Esta efeméride tiene por objetivo diseñar y ejecutar políticas para abordar la problemática.
En 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableció el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. La fecha tiene como objetivo sensibilizar y comprometer a los estados a desarrollar acciones que aboguen por su prevención y erradicación.
El trabajo infantil es un problema social complejo y multicausal, condicionado por factores económicos, políticos, sociales y culturales, como la distribución inequitativa del ingreso y la riqueza, el desempleo, la demanda de mano de obra ¿barata?, entre otros. Todas estas cuestiones y aspectos deben estar presentes al momento de diseñar y ejecutar políticas para abordar la problemática.
El trabajo infantil se presenta de diversas maneras y en diferentes ámbitos, vulnerando derechos e impidiendo que el acceso a la educación pueda efectivizarse en plenitud. Entre fines del siglo XX y principios del XXI se desarrollaron en el país avances normativos destinados a proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes.
A estos se han sumado otras acciones como la institucionalización de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) en el 2000 y la sanción de la Ley 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente, en 2008.
Esta última establece la edad mínima de admisión al empleo en 16 años y establece condiciones de protección especial hasta la mayoría de edad.