Residen en una precaria casa del barrio San Lucas, de Puerto Iguazú. Se hizo cargo de sus hermanos para que no los separen. Los niños almuerzan en el Hogar de Día, pero no tienen DNI ni Asignación Universal por Hijo. Viven del poco dinero que gana el hermano mayor y los ayuda una vecina.
Un joven de 18 años de Puerto Iguazú se hizo cargo de sus cinco hermanos -de entre 4 y 13 años- para que no sean institucionalizados en un hogar convivencial. La madre los dejó a la deriva hace meses y el padre tampoco se sabe nada. El caso encierra años de maltrato físico y psicológico, abuso y precariedad.
Actualmente los chicos -dos nenas y tres varones- están sin DNI, comen en el Hogar de Día y pasan sus días en una vivienda resquebrajada con techo de lona en el barrio San Lucas, de la Ciudad de las Cataratas.
El chico, de nombre Esteban, trabaja todo el día y vuelve a la casa a las 21, mientras busca la tutela de los niños. Ante el drama, otra hermana, Emilia, de 20 años, también intercedió para hacerse cargo de sus hermanitos. Sin embargo, el lugar donde viven es prestado y tienen que devolverlo.
“Yo pasé por lo mismo que ellos, no tuve el cariño ni la atención de mi mamá ni mi papá, por eso con mi hermano nos pusimos en la mente que ellos pueden tener otra vida, que tengan cariño y los cuidados que nosotros no tuvimos . Quiero pedir que alguien nos ayude”, sostuvo Emilia.
En las últimas horas se sumó al caso Lilian Pamela Mercado, que preside la ONG Por la Sonrisa de un Niño y trabaja con personas en situación de vulnerabilidad en la zona Norte de Misiones.
Mercado contó que pocas veces le tocó ver una situación tan extrema y desde hace días golpea puertas en la búsqueda de algún tipo de solución. Sin embargo, la situación los desbordó y no están en condiciones económicas de costar en lo urgente alguna mejora.
“La mamá un día agarró y se fue. Hay denuncias de por medio, por maltrato y todas esas cosas. Entonces el hermano se hizo cargo de sus hermanitos para que no les separen, porque cuando no hay ni un familiar que se haga cargo, directamente la Justicia los manda a los hogares. Entonces ellos dos tomaron la responsabilidad de criar a sus hermanos”, explicó Mercado sobre la situación y continuó: “Acá el inconveniente que hay es que ellos no tienen un espacio físico propio. Ellos están viviendo en una casa prestada donde tienen los colchones en el suelo porque no entran camas”.
Si bien están identificados, extraviaron los DNI y por tanto tampoco percibieron ningún tipo de beneficio social como Asignación Universal por Hijo (AUH).
“La hermana es la que está haciendo todos los trámites para volver a tener esos documentos y para poder hacerles, por ahí más adelante, algún poder para poder cobrar el salario para ellos”, comentó Mercado, que mientras tanto los guía en todo lo que se refiere a trámites y diligencias.
En las tardes, cuando quedan solos, los pequeños meriendan en la casa de una vecina. Fue esa mujer la que dio aviso a la ONG en busca de ayuda para los pequeños.
Duras vivencias
“El daño que vivieron estos chicos es mucho, cuando ven a algún adulto o alguien que no conocen, se esconden porque piensan que los van a separar”, dijo Mercado.
“Acá el punto, el objetivo, es conseguirles una casa, un terreno. Pero les falta todo. Ellos tienen una cocinita, les llevamos la garrafa, se les llevó una cama pero no se puede poner porque el piso está roto”, dijo la mujer.
Y añadió: “El chico está medio perdido porque es todo nuevo esto para él, tiene mucha responsabilidad porque es mucha carga. Yo me comprometí a ayudar a conseguir una casita, creo que si conseguimos al menos el terreno podemos hacer una colecta para todos los demás”.
Para colaborar
El número para WhatsApp de Pamela Mercado, que preside la ONG Por la Sonrisa de un Niño, es el 3757-528872.
En tanto, el de Emilia, la hermana mayor de los cinco chicos de Iguazú, es el 3757-363830.
Fuente: El Territorio