Los presidentes de INTA y la Biofábrica Misiones SA, Mariano Garmendia y Leonardo Morzán, respectivamente, firmaron un convenio de cooperación técnica e investigación con el objetivo de fortalecer el desarrollo tecnológico nacional del cultivo de cannabis sativa para uso medicinal y/o terapéutico.
Participaron Fabio Wyss, director del centro regional INTA Misiones, y Luciana Imbrogno, gerente de Biofábrica.
En su discurso, Garmendia subrayó el compromiso y la pasión del equipo del trabajo, al tiempo que celebró la visión estratégica del Gobierno provincial.
En este sentido, aseguró que “la Biofábrica es una herramienta que va a trascender en el tiempo por la proyección que tiene y la capacidad instalada”.
“Hoy, la Argentina, tiene aquí una herramienta para multiplicar plantas, para trabajar con el insumo y para proyectarse mucho más allá”, aseguró el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), al tiempo que felicitó a todos los involucrados en el trabajo, desde los productores hasta el Gobierno provincial.
A su turno, Morzán aseguró que es “un orgullo” poder mostrar todo el desarrollo que se está haciendo en la provincia y en la Biofábrica.
Además, celebró la firma del convenio que “permitirá aumentar la escala de producción para lo que es el abastecimiento de materia prima, laboratorio y misofarma, y así poder tener más llegada a los pacientes que necesitan este tipo de meditación”.
Por su parte, Luciana Imbrogno, gerenta de Biofábrica, destacó el trabajo articulado con el INTA: “Para nosotros es muy importante todos los trabajos que venimos haciendo en colaboración con el INTA, desde la agrofábrica como desde la Provincia, que es permanente, ya que nos encontramos en actividad articulada todos los días, en la cotidianeidad”.
“Es un momento importante en el que podemos mostrar todo el trabajo realizado con profesionales y recursos locales para el desarrollo de todas estas tecnologías”, agregó Imbrogno.
Y destacó el laboratorio, los biorreactores con cannabis medicinal y con otras especies agroindustriales, así como la planta biológica con el primer bioinsumo de la provincia registrado.
“En estos 16 años, la Biofábrica es la empresa de biotecnología que ha recibido todos los desafíos que solicitó la provincia y el Gobierno provincial para poder tener esta innovación y estos desarrollos a la chacra, tanto en bioinsumos como en microplantas como en desarrollo de productos cultivos”, especificó la gerenta de Biofábrica.
En este sentido, detalló que tienen “un gran avance en el desarrollo de cannabis medicinal”, para lo cual “estamos implantando un outdoor de 7 hectáreas gracias a este convenio de vinculación con el INTA”.
Y agregó: “Estuvimos ajustando todas las áreas de cultivo, todos los medios posibles de propagación de plantas y todas las infraestructuras posibles para floración y producción de materia prima”.
Un acuerdo que da sus frutos
A partir de este acuerdo, Biofábrica Misiones SA y el INTA evaluarán el comportamiento de las variedades de cannabis sativa a campo y desarrollarán conocimientos para la producción del cultivo en las condiciones edafoclimáticas de Misiones para obtener aceites para uso medicinal y/o terapéutico.
Biofábrica Misiones SA es una empresa de base científico-tecnológica provincial que experimenta con clones de cannabis sativa en un sistema automatizado outdoor para estudiar las densidades óptimas para la plantación.
La empresa dispone de las instalaciones y tecnologías que se desarrollan en los laboratorios de vitroplantas en el proceso de multiplicación con el sistema de micropropagación utilizados para obtener clones con la garantía de replicar plantas de calidad sanitaria y genética.
Además, cuenta con plantaciones de cannabis, desde la sala Indoor -luego en invernadero- donde el cultivo se desarrolla en condiciones controladas de fotoperíodo, intensidad lumínica, humedad y temperatura, para regular el crecimiento.
El objetivo de Misiones es producir aceite de calidad y alta pureza para fines medicinales, alimenticios, terapéuticos y para exportación, convirtiéndose, en algunos años, en vanguardia sobre este tema. Este convenio era un paso clave que faltaba para poder importar semillas y otros insumos necesarios y producir con fines de comercialización, no solo con fines de investigación, como venía ocurriendo hasta ahora.
Por su parte, el INTA estudiará la capacidad de cultivo en diferentes ambientes para cada una de las especies o cepas de la planta de cannabis, a fin de determinar el comportamiento del cultivo a campo, manejos culturales adecuados y obtener información que permita elaborar un manual de prácticas del cultivo.
Fuente: Primera Edición