Moncho fue rescatado por uniformados luego de ser embestido por una camioneta que lo dejó al borde de la muerte. La particular historia del perro que los policías lo apodaron como “Moncho”, es un can de raza mestiza, con pelaje color marrón, de aproximadamente seis años, que días pasados, como lo hacía habitualmente, intentaba trasponer la avenida Hipólito Irigoyen del Km. 11 de Eldorado, pero en esta oportunidad su vida cambiaria para siempre.
Fue cerca de las 09:00 horas del pasado viernes, cuando la mascota mirando al horizonte y moviendo su colita, caminaba inocentemente sin saber que un imprudente, que circulaba por esa arteria, creyéndose tener el derecho de coartar la vida de este ser indefenso, sin intentar esquivarlo lo pasa por encima y sobre todo luego de dejarlo con severas lesiones y al borde de la muerte, sigue su trayecto como si importarle.
Pero para Moncho, en esos minutos de agonía y mucho dolor, con sus ojos brillosos y aullidos clamaba por ayuda, en ese instante para él apareció una luz de esperanza, solo que este caso no traía alas, sino un elegante uniforme con un escudo en su brazo izquierdo que lleva las siglas Permanente Vocación de Servicio.
Este servidor, quien afortunadamente circulaba por el lugar, observo el trágico suceso, pero mientras que pedida ayuda a sus camaradas, se tomó unos segundos para seguir a la camioneta hasta un domicilio, donde identifico al conductor, quien sin arrepentimiento hizo caso omiso a lo que le planteaba el uniformado.
Tal vez continuar con la discusión, con este imprudente le restaría minutos de vida a Moncho, es así que nuevamente el Oficial Ricardo, regreso rápidamente al lugar donde ya se encontraban sus colaboradores y de esta manera lo trasladaron a un veterinario quien no tuvo inconveniente de brindarle rápida atención al can.
Solo que la historia de Moncho no finalizo, porque luego de los estudios que le realizaron, una de las opciones era amputarle sus extremidades y otra de ellas realizarle dos cirugías regenerativas de muy elevado costo, pero la primera opción nunca fue tenida como alternativa para los policías, quienes recorrieron toda la ciudad de Eldorado, hasta tanto dar con una reconocida médica veterinaria quien accedió a realizarle el tratamiento y únicamente cobraría los insumos necesarios para la compleja operación.