Carol Da Rosa, gerente general de Iguazú Argentina, la concesionaria encargada de la gestión del área, explicó que los trabajos de reparación demorarán varios meses, no obstante, instó a los turistas a visitar el parque.
El gran caudal de agua favorecido por las abundantes lluvias hicieron que las pasarelas se cayeran, sin embargo, estas cuentan con un sistema de rebatimiento que las sostienen y no permiten que sean arrastradas por la corriente, lo que facilita trabajar rápidamente cuando los niveles del río bajan.
Pero a pesar de esta crecida, cuyo niveles fueron históricos, el circuito de la Garganta del Diablo es la única área actualmente inaccesible, mientras que los circuitos inferior y superior permanecen abiertos.
Da Rosa enfatizó la diversidad de actividades disponibles para los turistas, desde recorrer los circuitos hasta participar en actividades náuticas.
A pesar de la demora en la rehabilitación de la Garganta del Diablo debido a la crecida, alentó a los visitantes a disfrutar de las otras opciones que ofrece el Parque Nacional Iguazú. “Tenemos mucho por hacer, no es solamente la Garganta del Diablo”, sostuvo.
Al profundizar en la magnitud de la crecida, reveló que este año alcanzó niveles históricos de 24.000 metros cúbicos por segundo, por lo que los daños fueron importantes y requerirá meses de trabajo para su rehabilitación completa.
“Creemos que el mantenimiento en la Garganta del Diablo va a demorar unos meses más”, anticipó, por lo que se espera que su reapertura al público sea recién en el 2024.