Logran resguardar a una lechuza “Atajacaminos”. Se trata de un ave autóctona de la familia de los «Chordeiles», la cual fue encontrada a la vera de la ruta nacional 105, en La Eugenia. El animal fue llevado al Refugio El Puma para su revisión y cuidado.
La Dirección de Defensa del Medio Ambiente de la Policía de Misiones fue solicitada este lunes por uno de los guardias de seguridad del Club del Campo La Eugenia, ubicado sobre la ruta nacional 105, a la altura de Garupá. Allí, el hombre encontró a un “atajacaminos”, un ave autóctona de Misiones y la región, que al parecer estaba lesionada.
Una vez que llegaron los agentes, se procedió al resguardo del ave para su posterior traslado a la Reserva El Puma, en Candelaria, para examen médico veterinario.
Se trata de una ave tipo lechuza de la familia de los “chordeiles”, el cual necesitaba una revisión médica para conocerse su verdadero estado de salud.
Qué es un “atajacaminos”
Vale decir que los “atajacaminos” son aves de hábitos crípticos, crepusculares y nocturnos. Pasan las horas del día durmiendo en el suelo o en ramas. Por la noche cazan insectos en vuelo en los caminos, en áreas abiertas o volando sobre los árboles. Se los llama también dormilones, guyra tape (pájaro del camino) en lengua guaraní, entre otros nombres locales.
En Misiones existen 13 especies: Añapero Castaño (Lurocalis semitorquatus), Añapero Chico (Chordeiles pusillus), Ñacundá (Chordeiles nacunda), Añapero Boreal (Chordeiles minor), Curiango (Nyctidromus albicollis), Atajacaminos Ocelado (Nyctiphrynus ocellatus), Atajacaminos Colorado (Antrostomus rufus), Atajacaminos Oscuro (Antrostomus sericocaudatus), Atajacaminos Chico (Setopagis parvula), Atajacaminos Tijera (Hydropsalis torquata), Atajacaminos Coludo (Macropsalis forcipata), Atajacaminos Ala Negra (Eleothreptus anomalus), y Atajacaminos Ceja Blanca (Antiurus maculicaudus).
Viven en distintos sectores de la provincia y utilizan todos los ambientes como selvas, pastizales, capueras, chacras y poblados. Los atajacaminos son aves de hábitos crípticos, crepusculares y nocturnos.
Pasan las horas del día durmiendo en el suelo o en ramas. Por la noche cazan insectos en vuelo en los caminos, en áreas abiertas o volando sobre los árboles. Se los llama también dormilones, guyra tape (pájaro del camino) en lengua guaraní, entre otros nombres locales.
Las poblaciones de atajacaminos podrían estar disminuyendo y algunas ya se encuentran en peligro de extinción a nivel nacional e internacional.
Las principales amenazas que enfrentan estas aves, y muchas otras, son: la transformación de su hábitat, selvas y pastizales, debido al avance de la agroindustria que incluye el uso de insecticidas; y las grandes plantaciones de árboles exóticos, sobre todo pinos y eucaliptus (fuente: proyectoselvapinoparaná)