El presidente de la República del Paraguay, Mario Abdo Benítez, y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, dieron apertura a la construcción del segundo puente que unirá las costas de Paraguay y Brasil sobre el río Paraná, entre las ciudades de Presidente Franco y Foz de Yguazú, respectivamente.
En el acto que contó con la presencia de varias autoridades, tanto del lado brasileño como paraguayo, los mandatarios coincidieron en afirmar que la obra constituye un importante paso para ambas naciones bajo el argumento de que han pasado ya 30 años de la aprobación del proyecto de construcción del denominado Puente de la Integración.
Recordaron que la obra se inicia 54 años después de la inauguración del Puente de la Amistad, bajo el gobierno de Alfredo Stroessner Matiauda, en Paraguay, y Humberto de Alencar Castelo Branco, en Brasil, el 27 de marzo de 1965.
Abdo Benítez calificó el proyecto como un “abrazo solidario” que representa un gran significado para su gobierno y para todos los paraguayos. “Hoy es un día especial porque no es solamente el inicio de una obra que tanto esperábamos tanto los brasileños como los paraguayos. Sobrepasa el simbolismo de lo que representa el inicio de una obra de integración; este será un abrazo solidario que unirá a nuestros pueblos”, mencionó durante la ceremonia de inicio de obras, realizada en Puerto Meira, ciudad de Foz de Yguazú el pasado 10 de Mayo.
Abdo Benítez señaló también que la propuesta fue realizada gracias a la voluntad política de Bolsonaro, afirmando que Brasil y Paraguay deben ser el ejemplo en la región en materia de integración y desarrollo.
“Entendemos que los compromisos con los valores y principios y con la integridad van mucho más allá que los momentos coyunturales de la historia de nuestros pueblos. Quiero agradecerle porque sé que esto no hubiese sido posible si no hubiese habido una voluntad política del presidente de la República Federativa del Brasil. Tenemos que ser el ejemplo del desarrollo, de la unión e integración”, indicó.
Por su parte, Bolsonaro reivindicó los gobiernos de Stroessner y de Castelo Branco, afirmando que dejaron importantes obras de infraestructura para ambos países. “Es un placer encontrar a mi hermano menor, Marito, en esta quinta oportunidad. En el pasado los presidentes eran militares y nos dejaron importantes obras para el presente. Ahora ambos presidentes somos paracaidistas y en esa condición nuestros sueños están cerca de las nubes, para buscar lo mejor para nuestros pueblos. Es bueno tener vecinos que hayan dejado atrás viejas ideologías”, sentenció.
DETALLES
El precio de la adjudicación del segundo puente es de 323.707.872 reales, unos US$ 83 millones y será financiado por Itaipú, con un plazo de ejecución de 35 meses.
Se trata de un puente metálico atirantado, sostenido por dos columnas principales de 174 metros de altura, con un vano central de 470 metros de ancho y más de 60 metros de alto. Las dos pilas que sostendrán toda la estructura están fundadas fuera del cauce, lo que permitirá trabajar en seco. Tendrá 760 metros de largo y 19,80 metros de ancho.
Contará con dos calzadas viales de 360 metros cada una y 2 banquinas de 3 metros a ambos lados, además de paseos peatonales en los dos extremos de 1,70 metros de ancho cada uno.
Además del puente, en el territorio paraguayo se estableció una serie de obras complementarias cuya inversión será de US$ 150 millones, entre construcciones viales, 33 km de carretera para empalme con la Ruta 7, dos puentes sobre el río Monday y accesos urbanos.
También se contempla la construcción de obras civiles para aduanas y área de control integrado de carga, según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Los trabajos estarán a cargo de las empresas paraguayas y los recursos provendrán del Tesoro Nacional.