El presidente Javier Milei expresó su preocupación por el impacto negativo que la caída abrupta del dólar podría tener sobre la economía real. Aunque señaló que esta tendencia refleja una mayor confianza en su gestión y un flujo creciente de divisas, advirtió que el fenómeno podría llevar a la quiebra a muchas empresas.
“La rápida baja nominal del dólar no puede ser absorbida fácilmente por el sector productivo. Esto está generando costos en dólares muy elevados para las empresas, dificultando su competitividad”, explicó Milei durante una entrevista.
Estrategias del Gobierno
Entre las medidas propuestas para mitigar este problema, Milei destacó la promoción de la competencia de monedas. “Queremos que la gente transaccione directamente en dólares para evitar una caída aún más pronunciada del tipo de cambio”, afirmó. El Gobierno busca desincentivar la demanda de pesos mientras impulsa la dolarización de las transacciones cotidianas como una forma de estabilizar la economía.
Asimismo, se tomaron decisiones como la baja de tasas de interés para reducir el carry trade en pesos, permitir a exportadores demorar el ingreso de divisas y autorizar la retención de hasta USD 36.000 en exportaciones de servicios sin pasar por el mercado cambiario. Estas medidas apuntan a disminuir la presión sobre el tipo de cambio y evitar su sobreapreciación.
Impacto en las empresas
El rápido abaratamiento del dólar frente a una inflación anual estimada en 120% está generando un fuerte aumento de los costos en dólares para las compañías. Desde sectores empresariales, como la Unión Industrial Argentina (UIA), solicitan una baja de impuestos, reducción de costos logísticos y menos trabas burocráticas para enfrentar este escenario.
Además, la apertura comercial impulsada por el Ejecutivo intensifica la necesidad de ajustes internos para mantener la competitividad en el mercado internacional.
Perspectivas económicas
Milei afirmó que el superávit proyectado para el sector energético en 2025, de al menos USD 10.000 millones, y el fuerte ingreso de divisas del agro ejercen presión a la baja sobre el dólar. Sin embargo, reconoció que mantener fija la cantidad de dinero impide sostener el tipo de cambio sin generar distorsiones.
El Gobierno también considera reducir los incentivos a exportadores que les permiten liquidar un porcentaje de sus divisas en mercados alternativos, medida que en 2024 sumó USD 17.000 millones y fue clave para moderar el valor del dólar.
Mientras el dólar libre cerró en $1.095 y las brechas con el oficial se mantienen bajas, el Presidente enfatizó que los desafíos actuales son “problemas nuevos por hacer las cosas bien” y reafirmó su compromiso con negociar apoyos internacionales para fortalecer las reservas del Banco Central y eliminar el cepo cambiario de forma sostenible.