El gobierno argentino, a través del vocero presidencial Manuel Adorni, anunció este miércoles que el país iniciará su proceso de salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida, instruida por el presidente Javier Milei, sigue la línea adoptada por el mandatario estadounidense Donald Trump y forma parte de la estrategia del oficialismo de desvinculación de organismos internacionales.
Adorni explicó en conferencia de prensa que el canciller Gerardo Werthein será el encargado de ejecutar la salida de la OMS. Entre los argumentos esgrimidos, el portavoz criticó la gestión sanitaria del organismo durante la pandemia de COVID-19, acusándolo de haber impulsado “el encierro más grande de la humanidad” y de actuar bajo la influencia política de algunos Estados.
“El retiro de la Argentina de la OMS nos permitirá mayor flexibilidad para implementar políticas sanitarias acordes a nuestros intereses, una mayor disponibilidad de recursos y reafirmará nuestra soberanía”, sostuvo Adorni. En la misma línea, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, se manifestó en redes sociales, calificando a la OMS como responsable de “la mayor tragedia humanitaria del siglo XXI” debido a las restricciones sanitarias que impuso durante la pandemia.
En un comunicado oficial, la Oficina del Presidente justificó la decisión señalando que “la OMS fue creada en 1948 para coordinar la respuesta ante emergencias sanitarias globales, pero falló en su mayor prueba de fuego al promover cuarentenas eternas sin sustento científico durante la pandemia de COVID-19”.
Posibles nuevas salidas de organismos internacionales
La Casa Rosada también evalúa la posibilidad de abandonar otros acuerdos y organismos internacionales, entre ellos el Acuerdo de París, en sintonía con la política de Estados Unidos, y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, se revisa la permanencia en Naciones Unidas y en el Mercosur, en caso de que este último represente un obstáculo para la firma de un tratado de libre comercio con la administración de Trump.
En este contexto, el presidente Milei busca posicionarse como un líder de la oposición global a la llamada “Agenda 2030” de la ONU. Según trascendió, el gobierno trabaja en la propuesta de una nueva “Liga de Naciones conservadora” con Estados Unidos, Israel e Italia, cuyo primer borrador está en desarrollo en la Casa Rosada.