La comunidad Perutí de Caraguatay vive con mucho dolor el fallecimiento de una adolescente de 17 años por una infección pulmonar. La familia de la menor decidió en una primera instancia que fuera tratado por el médico de la comunidad y cuando su cuadro ya era avanzado fue llevada para ser tratada en el Hospital Samic de Eldorado, pero su enfermedad ya estaba muy avanzada y falleció anoche.
La adolescente ya llevaba un mes en esta situación grave y el tratamiento era difícil, ya que ella desaparecía de su hogar y se internaba por varios días en el monte, sin comer, ni beber, lo que agravó su cuadro de desnutrición.
El cacique de la comunidad Cristian Cabrera contó que estuvo en contacto con los padres de la menor que le contaron que hace más de un año venía con algunos problemas y consultaron al médico de la comunidad y determinó que “estaba poseída por un espíritu malo”.
Además, lo de internarse en el monte lo venía haciendo muy seguido, al igual que dormir en un árbol, como es tradición y creencia de los Mbya. Ellos esperaban las recomendaciones del médico de la comunidad para continuar con el tratamiento o recurrir al médico blanco. Los días que no se internaba en el monte estaba en el ‘opy gua’ de la comunidad.
“Hace un mes me entero de la situación, y en principio se respeta la creencia Mbyá no podemos obligar a nadie de la comunidad a no hacerlo, esperamos la evolución y no había mejora hasta que hace unos días nuestro médico dijo de que sea atendida por los blancos, pero creemos que fue muy tarde, ya tenía una enfermedad muy avanzada. Estamos todos muy conmocionado, porque siempre cuidamos la vida de nuestra gente, pero también se respeta la creencia y decisión de cada familia”, explicó Cabrera.
Una agente sanitaria de la comunidad Mbyá acompañó a la joven el jueves al Hospital Samic de Eldorado para que sea atendida donde le realizaron tomografía pulmonar y varios análisis. A las pocas horas le informaron que su estado de salud era crítico, ya que la infección pulmonar había avanzado demasiado y el cuadro de desnutrición era muy alto, por lo que quedó internada, pero finalmente falleció en la noche del viernes.
Lo que dejaron en claro los trabajadores de salud, que pertenecen a la comunidad, que hicieron todo lo que estaba a su alcance, pero que en primera instancia se debe respetar las creencias de la familia, recién cuando crean necesario puede intervenir la medicina del blanco, en este caso entienden que se espero demasiado para ser atendida.
Fuente: El Territorio