Las temperaturas altas registradas en el Nordeste Argentino (NEA) provocan un aumento constante en la demanda de energía. En los horarios pico, el consumo alcanza niveles récord, poniendo al límite la capacidad de generación y distribución. Cómo impacta esto en la red eléctrica y cuál es la estrategia de Misiones.
El verano en el NEA se vive con altas temperaturas extremas y una creciente demanda de energía que no parece alcanzar aún su techo.
En los momentos de mayor calor, la demanda eléctrica alcanza picos históricos, exigiendo al máximo al sistema de generación y distribución.
Este incremento sostenido genera un estrés sobre la red eléctrica y explica los cortes que pueden producirse en determinados horarios.
Los datos recientes de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) muestran cómo el aumento de temperatura impacta directamente en el consumo. El martes 11 de febrero a las 6 de la mañana, con 26.9°C, se registró un consumo de 1958 megavatios (MW), un 7% más que el día anterior a la misma hora. Ayer, con una temperatura de 26°C, la demanda fue de 1819 MW, mientras que una semana atrás, con 26.3°C, alcanzó los 1757 MW.
A las 12 del mediodía, con 36.9°C, la demanda eléctrica ascendió a 2239 MW. El día anterior, con 36.2°C, el consumo fue ligeramente mayor, con 2258 MW, mientras que hace una semana, con 36.1°C, la demanda llegó a 2208 MW.