El médico obereño Aníbal Lotocki ha estado en el centro de la atención mediática debido a las tragedias que involucraron a la modelo Silvina Luna y al panelista Mariano Caprarola, ambos fallecieron debido a graves secuelas postoperatorias. Lotocki fue condenado en febrero del año pasado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina por el delito de «lesiones graves» en casos que involucraron a Luna, Stefanía Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
Sin embargo, la sentencia no quedó firme hasta el 13 de julio del año pasado, lo que permitió que Lotocki continuara atendiendo y realizando cirugías durante casi un año y medio. Incluso se informa que viajó a Oberá para atender en el consultorio de su hermano, quien posee un centro de estética.
Según algunos testimonios, Lotocki ofrecía una amplia gama de servicios estéticos, incluyendo cirugías, a pesar de sus antecedentes negativos y las causas penales en su contra. Muchas personas pagaron por estos servicios a pesar de los riesgos asociados a su historial médico.
Este caso destaca la importancia de investigar y elegir cuidadosamente a los profesionales de la salud, especialmente cuando se trata de cirugías o procedimientos médicos que conllevan riesgos. Es fundamental verificar las credenciales y antecedentes de cualquier médico antes de someterse a un tratamiento médico o quirúrgico. Además, es esencial prestar atención a las advertencias y denuncias sobre prácticas médicas cuestionables.