A las 00.10 de la noche, en las solitarias calles de Apóstoles, un joven vendedor, conocido popularmente como «El Polaquito», aún deambula con la esperanza de vender todos sus alfajores de maicena y poder regresar a su hogar. Esta escena, capturada y compartida por el joven piloto de motociclismo, Esequiel Gómez, de 21 años, se ha convertido en viral, exponiendo la dura realidad que vive Luciano, el niño de la imagen.
Luciano, de tan solo 12 años, es una figura conocida en la Capital Nacional de la Yerba Mate. Durante el día, suele vender dulces, principalmente alfajores y bollos hechos por su madre.
Hace unos meses, los vecinos se unieron para reponer su bicicleta robada, vehículo esencial para sus ventas y juegos. Sin embargo, poco tiempo después, Luciano volvió a quedarse sin el medio de transporte y, al ser cuestionado al respecto, prefirió no dar detalles.
Ahora, a pie, recorre diariamente todos los barrios de Apóstoles, quedándose cada vez hasta más tarde en el centro, intentando vender cada producto que su madre le da. La situación alcanzó un punto crítico una reciente madrugada, cuando Luciano entró a un bar pidiendo usar el teléfono para informar a su madre sobre sus ventas y saber si podía regresar a casa.
Gómez, al conocer la historia, descubrió que no era la primera vez que el niño realizaba esa llamada nocturna. Luciano suele decir: «Si no vendo todo, no puedo volver a mi casa».
Tras ser publicada la historia en las redes sociales de Gómez, la comunidad de Apóstoles se movilizó. Se supo que Luciano reside en el barrio Szczesny con su madre. Ahora, tanto vecinos como autoridades buscan mecanismos legales para brindar al joven el apoyo necesario y mejorar su situación actual. La comunidad espera que esta exposición viral sirva como punto de partida para garantizar un mejor futuro para Luciano y otros niños en situaciones similares.