El equipo argentino logró consagrarse campeón del FIP World Padel Championships Qatar 2024, en una final memorable frente a España que tuvo como protagonistas al misionero Leandro Augsburger y a Valentino Libaak. La pareja argentina, después de un partido electrizante, superó a los españoles Paco Navarro y Mike Yanguas en tres sets por 3-6, 7-5 y 7-6, desatando la euforia y emoción del equipo y de toda Argentina.
El partido arrancó con un primer set desfavorable para los argentinos, en el que los españoles lograron una ventaja considerable, llevándose el parcial 6-3 con aparente comodidad. Sin embargo, Augsburger y Libaak no se dejaron vencer por la presión. Gracias a su destreza y compromiso en la cancha, remontaron con fuerza en el segundo set, que se caracterizó por su gran intensidad y juego táctico. Augsburger se lució con sus potentes golpes, mientras que los españoles intentaron esquivar sus ataques, centrando su estrategia en Libaak, quien respondió con una sólida defensa y agresividad, permitiendo a la dupla argentina igualar el marcador con un emocionante 7-5.
El tercer y definitivo set fue un despliegue de nervios y habilidad. Los españoles lograron quebrar un servicio clave, adelantándose en el marcador y poniendo a Argentina contra las cuerdas. Fue entonces cuando el equipo argentino pidió un tiempo muerto, permitiendo a Augsburger y Libaak recuperar la calma y el enfoque. Reanudado el juego, ambos jugadores salieron decididos a revertir la situación, y con esfuerzo lograron empatar, pese a que Augsburger presentaba signos de desgaste físico. Finalmente, el set se definió en un infartante 7-6, y Argentina se coronó campeón mundial.
Al término del encuentro, Leo Augsburger expresó su emoción y gratitud: “Quiero felicitar al equipo, sin ellos no hubiésemos logrado sacar el juego. Nos ayudaron todos con la palabra y la motivación. Nunca me pueden los nervios, pero hoy pasó. Ahora estoy contento y lo quiero dedicar a toda mi familia que está en Posadas, Misiones”.
Una final ajustada y vibrante
El camino hacia el título comenzó con el enfrentamiento de los “Superpibes” Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, quienes en el primer punto de la serie cayeron ante los españoles Arturo Coello y Coki Nieto. No obstante, Argentina se mantuvo en la lucha cuando Agustín Tapia y Fede Chingotto lograron vencer a los ex números uno Juan Lebrón y Ale Galán, manteniendo vivas las esperanzas argentinas. Finalmente, Augsburger y Libaak, en su debut mundialista, fueron los responsables de dar el punto decisivo en un partido que quedará en la historia del pádel argentino y mundial.