Encapuchados balearon en las piernas al dueño de un aserradero en San Vicente. La víctima, de 77 años, escuchó ruidos extraños en la parte exterior de su vivienda y al salir a ver que sucedía, recibió dos disparos, uno en cada pierna. Investigan posible ajuste de cuentas.
Un hombre de 77 años y propietario de un aserradero de San Vicente fue baleado por dos delincuentes encapuchados, quienes se presentaron en su domicilio y sin mediar palabras lo atacaron, señalaron fuentes del caso.
El hecho se registró el pasado miércoles minutos después de las 23, en la vivienda de la víctima, quien a esa hora se hallaba descansando, indicaron las fuentes.
Según denunció el empresario, todo comenzó cuando escuchó ruidos extraños provenientes del exterior de su casa, ubicada a la altura del kilómetro 1.004 (ex1.292) de la ruta nacional 14, a unos 7 mil metros de la cinta asfáltica y a casi 20 kilómetros de la comisaría local.
Fue entonces que decidió salir a ver que es lo que sucedía y al abrir la puerta se topó con dos desconocidos vestidos con ropas oscuras y encapuchados, según pudo relatar a los investigadores.
Sin decir una sola palabra, los malvivientes abrieron fuego contra el hombre, a quien le dispararon en ambas piernas. Acto seguido, se dieron a la fuga, aunque el denunciante no pudo precisar si huyeron de a pie o en algún vehículo. Aún malherida, la víctima se comunicó con la policía, acudiendo a la escena un móvil de la comisaría jurisdiccional.
Una vez en el lugar, el hombre baleado fue traslado en forma urgente a un centro asistencial, en tanto que los efectivos montaron un operativo cerrojo, sin embargo no hallaron sospechosos en la zona o personas a bordo de rodados que llamen la atención.
Por estas horas el dueño del aserradero se encontraba internado en hospital Nivel III de San Vicente, donde se recuperaba de las lesiones de arma de fuego. Se informó que los proyectiles impactaron a la altura del fémur de ambas extremidades inferiores de la víctima.
En ese sentido desde la policía confiaron que aguardan que los forenses le remitan los plomos -una vez extraídos- para establecer mediante pruebas de balística que calibre y tipo de arma utilizaron los agresores.
Voceros del caso explicaron que al no hallarse vainas servidas en la escena se descartaría que fueron pistolas, salvo caso que los individuos que apretaron el gatillo se las hayan llevado.
Además, los investigadores revisan cámaras de seguridad de la zona tanto de comercios como de viviendas particulares para obtener algún dato o pista acerca de los autores. Por algunos indicios, se cree que si se movilizaban en algún vehículo podrían haber huido en dirección a San Pedro. Un dato no menor es que la víctima no constató sustracción de elemento alguno. En el lugar trabajó personal de la División Policía Científica de la Unidad Regional VIII, quienes realizaron las labores técnicas de rigor.
En cuanto a las hipótesis en torno al hecho la más firme giraba en torno a un posible ajuste de cuentas vinculado a lo económico. No obstante, no descartan ningún otro presunto motivo del ataque.
El aserradero de la víctima está situado al lado de su domicilio. Durante las primeras horas de ayer los pesquisas se entrevistaron con algunos empleados del lugar que pernoctan en el predio, sin embargo ninguno de ellos vio y mucho menos pudo identificar a los malvivientes.
Se instruye un sumario con intervención del Juzgado de Instrucción 3, Secretaria 2 de San Vicente, a cargo del juez Gerardo Casco.