El Grupo Z, conformado por las empresas Don Casimiro y Tipoka, provocó el caos y la indignación al suspender el servicio directo de colectivos articulados en la zona Metropolitana, dejando a miles de usuarios varados y enfrentando una mañana de extremo calor. La decisión exacerbó la ya existente bronca social por el recorte de frecuencias y el aumento de tarifas. Aunque se restableció el servicio horas más tarde, el malestar persistió entre los afectados.
La quita del servicio directo generó situaciones de violencia entre usuarios y exacerbó la térmica social. Los pasajeros, que enfrentaron largas esperas y unidades abarrotadas en un día de intenso calor, expresaron su descontento y se preguntaron quién compensará su sufrimiento. El presidente de la Asociación Acción Vecinal, Luis Gilardoni, denunció la falta de información oficial y criticó la reducción de frecuencias en varias líneas.
Aunque la empresa intentó justificar la medida por limitaciones de choferes y el conflicto con la UTA, muchos usuarios creen que fue una estrategia para presionar por aumentos tarifarios tras la eliminación de los subsidios al transporte del interior por parte del Gobierno nacional. El presidente de Acción Vecinal consideró la medida como una represalia al Municipio por detener una suba tarifaria.
El intendente capitalino, Leonardo Stelatto, anunció que el Municipio intimará a las empresas por el incidente y buscará coordinar con la Provincia un esquema de servicios esenciales. Además, se evalúa emprender acciones legales para evitar nuevas arbitrariedades y aumentos tarifarios injustificados que afecten a los trabajadores.