La segunda jornada de debate oral por el asesinato de David Anselmo «Napy» Ferreyra (20), en el Tribunal Penal Uno de Oberá, contó con declaraciones relevantes. De entre ellas sobresale la del principal acusado, Pablo Daniel Espíndola (21), quien confesó haber sido autor de la puñalada mortal pero llevó el hecho a un supuesto acto de defensa por un ataque previo. «Me hago cargo, lo lastimé pero nunca fue con la intención de matarlo. Del susto le pegué un cuchillazo», admitió.
En su relato de los hechos ante los magistrados -Francisco Aguirre (presidente), José Pablo Rivero y Horacio Paniagua- el imputado como autor del delito de homicidio simple dio su versión de los hechos sucedidos primero en la casa de Laura Viviana Batista (24) y Alexandro Mario Becker (20) -acusados de partícipes secundarios- donde estaban festejando el Día del Trabajador aparentemente junto a la víctima; la esposa de éste, Karina Sandra Pio, la madre (Gladis Barboza) y hermano de Batista (Lorenzo Isidro, alias caño de escape), además de Darío Alejandro Pio, cuñado de Napy y quien en la causa aparece imputado como partícipe primario; y después en la calle, cuando -dijo- caminaba hacia su casa en compañía de Pio.
La primera parte de su relato coincidió con el de Batista y Becker, dando cuenta de la presencia de Napy Ferreyra armado con un cuchillo en la casa donde estaban celebrando, refirió que hubo una discusión con amenazas y forcejeos, que en ese contexto lo persuadieron para que entregara el cuchillo pero que más tarde golpeó en la cara al dueño de casa cuando éste decidió poner fin a la música y que la mamá de Batista fue atacada con un serrucho por el propio Napy después de pedirle que se retirara de la propiedad.
Espíndola sacó de la escena del crimen a la pareja dueña de la propiedad diciendo que «Batista se quedó atendiendo a Becker que estaba sangrando y a su mamá que tenía un corte en la cabeza, y con Pio agarramos el camino para ir a lo de mi hermana». En ese tramo su versión es distinta a la que declaró la mayoría de los testigos: «Íbamos caminando a pocos metros cuando de golpe sale Napy del monte y le pega un serruchazo a Pio. Yo tenía el cuchillo que era de él porque Laura (Batista) me había dado para que tire cuando estábamos en la casa y en ese momento, del susto le pegué un cuchillazo pero no vi donde le pegué. Yo estaba muy asustado porque es agresivo y decía que iba a matar a todos», declaró ante los jueces.
En esa línea agregó «me hago cargo de que lo lastimé pero nunca fue con intención de matarlo, fue por susto porque sale y le pega el serruchazo a mi compañero, que se larga a correr pero yo me quedo ahí, entonces le largo el cuchillazo de la nada y salgo corriendo también con el cuchillo, que después escondí en el jardín de mi casa».
En respuesta a las preguntas de su abogado defensor, José Bridier, en relación a la conducta y forma de vida de Napy Ferreyra, el confeso asesino apuntó que «era un tipo jodido, violento, decía que era dueño del barrio y estaba acostumbrado buscar pelea», y agregó que «tenía 19 años, sentí mucho miedo porque nunca había pasado por eso».
Espíndola también desmintió a los testigos que declararon que la víctima fue atacada en patota, en su casa, sin tener posibilidad de defenderse. «No fuimos en patota a matar a Napy como dicen, tampoco es cierto eso de que Pio lo sujetó. Nos atacó en el camino por eso reaccioné mandando el cuchillo y después salí corriendo. Nunca entre a lo de Napy, no sé donde vive», insistió.
La versión de Pio
La confesión de Espíndola fue en sintonía con lo que declaró momentos antes su consorte de causa Darío Alejandro Pío, planteando la hipótesis del supuesto ataque inicial de su cuñado Napy Ferreyra. «Estábamos en una ronda tomando tranquilos hasta que Napy saca un puñal y comienza a jugar contra la pared diciendo que era dueño del barrio, que iba a matar a alguien o lo iban a matar, le pedimos que se tranquilizara y Laura (Batista) hizo que entregara el puñal para guardar. Más tarde Napy quiso pegarle a mi sobrino, me metí y me atacó, también le agarró del cuello a Espíndola. Igual seguimos tomando hasta que Becker hizo parar la música, recibió una piña en la cara y ante eso la mamá de Batista lo saca a Napy, que se va pero vuelve tirando piedras. Con Espíndola decidimos retirarnos».
«Camino a casa Napy sale del monte con un serrucho, me ataca y me lastima el brazo (dice que tiene una cicatriz y la muestra a los jueces) entonces corremos. La Policía nos detuvo al otro día diciendo que nosotros lo matamos», lamentó y en esa línea aclaró: «Pero yo no vi cuando lo hincaron, no estaba ahí, no lo sostuve ni agarré como dicen», acusando a la hermana de Napy, Julia Rodríguez, y a la viuda, Karina Sandra Pio, de «combinar las declaraciones».
Fuente: El Territorio