En una reciente investigación realizada por especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT), en colaboración con el Instituto Nacional de Limnología, el Hospital “San Lucas” de Colonia Aurora y el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), se confirmó la aparición de medusas de agua dulce en los arroyos Saltiño y Cazador, en la provincia de Misiones. La especie detectada, Craspedacusta sowerbii, es conocida por causar diversas lesiones cutáneas en personas que entran en contacto con sus tentáculos.
Los resultados de este estudio pionero, titulado «Medusas de agua dulce en el noreste argentino: un riesgo para la salud humana», fueron publicados en la prestigiosa revista Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene. El trabajo detalla que el contacto con los tentáculos de Craspedacusta sowerbii puede provocar dermatitis, urticaria, necrosis y edemas en la piel debido a las células urticantes de sus tentáculos, conocidas como nematocistos.
Riesgo sanitario y propagación de Craspedacusta sowerbii
La investigación también reveló que, tras su primera aparición en el arroyo El Saltito en 2022, esta especie invasora fue detectada recientemente en el arroyo Cazador, ubicado en San Ignacio, lo que evidencia su alta capacidad de expansión en ambientes de agua dulce de la región. Las investigadoras destacaron que el hallazgo es crucial para la atención médica, ya que proporciona información útil para el diagnóstico y tratamiento de los casos de contacto con estas medusas.
Con la llegada de la temporada de verano y el incremento de actividades recreativas en ríos y arroyos, las expertas instaron a la población a tomar precauciones y evitar el contacto con esta especie. Asimismo, recomendaron que cualquier observación de ejemplares de Craspedacusta sowerbii sea reportada al IMiBio a través de sus redes sociales.
Craspedacusta sowerbii: una especie invasora en aguas argentinas
Originaria del río Yangtsé, en China, Craspedacusta sowerbii es una medusa dulce que se ha expandido a nivel mundial. Su primer registro en Sudamérica data de 1925, en el lago Gatún de Panamá. Estas medusas suelen ser traslúcidas, con tonalidades blanquecinas o verdosas, y tienen una estructura de campana de hasta 25 milímetros de diámetro. Poseen entre 50 y 500 tentáculos, algunos de los cuales están diseñados para la alimentación y otros para la locomoción en el agua.
La presencia de nematocistos en sus tentáculos, unas células en forma de arpón, les permite capturar presas y defenderse, y son precisamente estas células las que generan lesiones en personas que accidentalmente las tocan.