El rumor que empezó a correr en las últimas horas fue tomando forma y se convirtió en noticia: River y Boca se enfrentarán por la revancha de la final de la Copa Libertadores 2018 el próximo domingo 9 de diciembre en el estadio del Real Madrid. Se estableció, como en toda sociedad civilizada que se precie de tal, que podrán asistir a presenciar el partido quien así lo desee, incluyendo hinchas de River y Boca, aunque suene increíble para estos lares.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, confirmó que el partido será en Madrid luego de que se dio a conocer un comunicado que detalló las sanciones a River, entre ellas una multa por US$400.000 y la prohibición de jugar con público como local en competencias internacionales.
La suma que trascendió en Europa por el alquiler de su cancha se aproxima a los 2.500.000 de euros. En el Viejo Continente consideran que esta será una oportunidad para «lavar la imagen» y armar una «movida de marketing» que cubra el mal momento que atraviesa el conjunto que se consagró campeón en las últimas tres Champions League pero que ahora marcha sexto en la liga española e inició un nuevo proceso con Santiago Solari como entrenador.
Como si se tratara de una ironía, la fecha será el 9 de diciembre. Una jornada que es recordada por la Batalla de Ayacucho de 1824, el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas.