Crece la cantidad de personas que adquieren un arma en la Ciudad de Eldorado y lo inscriben ante la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC)(ex Renar).
En este año 2.023, más de 500 personas solicitaron la inscripción para el uso de arma de fuego como legítimo usuario ante el organismo federal, según fuentes extraoficiales. Está cantidad registra un salto importante respecto de años anteriores.
Incluso, en un mismo hogar, hay matrimonios que tramitaron el pedido y registran dos armas para ese mismo domicilio.
En Argentina y Misiones, el trámite es on line y hay una Delegación ANMaC en Posadas, que tiene horario de atención de Lunes a viernes de 8 a 13 h., en la dirección de la calle Buenos Aires 2464, Teléfono (0376) 444 7659
Se desconoce la cantidad de legítimos usuarios en Eldorado, tanto con permiso vigente como con el permiso vencido.
Se estima, según datos extraoficiales, que en el 10% de los hogares, se encuentra un arma, registrado o no.
Para poder acceder a un arma de fuego en forma legal, el solicitante debe realizar un curso, el cual solo lo puede hacer ante la única entidad habilitada por el Anmac, que es el Tiro Federal de Candelaria.
Al ser Misiones zona de frontera, el tráfico de armas se encuentra presente y se registran operativos de las fuerzas de seguridad de desarticulación de bandas dedicadas a ello.
Uno de los puntos calientes es Bernardo de Irigoyen, dónde se registran el paso de armas hacia Brasil, un mercado apetecible para los traficantes por la demanda del mercado ilegal de armas de fuego para las organizaciones narcos
Armas de fuego en la Argentina: todo lo que tenés que saber sobre el tema
La portación de armas en manos de civiles volvió a la agenda en el último tiempo. Algunos referentes políticos, como el diputado nacional Javier Milei (La Libertad Avanza) y candidato a Presidente, manifestaron su apoyo a la libre portación de armas de fuego como vía para reducir el delito. Al mismo tiempo, el intento de homicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos) con una pistola reabrió el debate sobre el acceso a armas de fuego en el mercado ilegal argentino.
En este sentido, el 16 de septiembre del año 2.021 último el Congreso nacional extendió el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego hasta el 31 de diciembre de 2023. Pero, ¿qué datos existen sobre el uso de armas en la Argentina? ¿Cómo está regulado este mercado? ¿Cómo evolucionó en los últimos años?
A través de 2 pedidos de acceso a la información pública, el Centro de Datos de Chequeado accedió a estadísticas oficiales que revelan que existen 1.060.910 de legítimos usuarios de armas de fuego en la Argentina. Sin embargo, 3 de cada 4 tienen su credencial vencida en un país donde se producen 8 muertes por día a causa de un arma de fuego. A continuación, una radiografía sobre este mercado en la Argentina.
¿Qué ley regula la tenencia de armas?
En nuestro país rige desde 1973 la Ley Nacional de Armas y Explosivos. Allí se detallan las diferentes categorías de armas de fuego, que pueden ser utilizadas con ciertos permisos, y se prohíben las automáticas para el uso de civiles. La Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) -un ente descentralizado que funciona desde 2015 en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, también conocido como el ex RENAR- se encarga de aplicar y fiscalizar el cumplimiento de esta ley.
“Se pasó de un simple registro a una agencia que diseña e implementa políticas. Además, cambió el financiamiento: antes el RENAR era financiado por la Asociación Industriales y Comerciantes de Artículos para Caza y Pesca (Aycacyp), que tiene que ver con las armas, y existía un claro conflicto de intereses”, recordó a Chequeado María Pía Devoto, directora de la Asociación para Políticas Públicas (APP) y miembro de la Red Argentina para el Desarme (RAD).
Y, además, la especialista agregó: “Hoy lo financia la ACARA, que es la cámara de automotores, que -si bien no es lo ideal- es mejor. Lo que buscamos desde la sociedad civil es que salga directamente del presupuesto nacional”.
¿Qué se requiere para pedir la tenencia de un arma?
Para acceder a un arma de fuego y poder utilizarla es necesario contar con la Credencial de Legítimo Usuario (CLU). Para este trámite se requiere ser mayor de 21 años, aprobar un examen psicofísico, contar con un certificado de inexistencia de antecedentes penales y acreditar idoneidad en el manejo de armas.
Una vez obtenida esta credencial, se puede hacer el trámite de tenencia. “La tenencia es la constancia que habilita a mantener un arma determinada, registrada ante la ANMAC, en poder de un legítimo usuario, transportarla descargada y separada de sus municiones y usarla con fines lícitos (caza, tiro deportivo, etcétera)”, señala un documento de la ANMAC. Además de la CLU, se requiere que el arma esté registrada ante la Agencia, fotos del arma y formularios correspondientes a cada arma y munición. La tenencia es sólo para uso en establecimientos autorizados y las armas no pueden transportarse cargadas para su uso inmediato, según establece la Agencia.
“El principal problema es la falta de control de todo el circuito comercial, desde la fabricación hasta la venta al usuario, no sólo de las armas sino de las municiones”, señaló en un podcast especializado Adrián Marcenac, padre de una víctima del uso de armas de fuego y miembro de la Red Argentina para el Desarme. Además, destacó que en la actualidad el Estado tiene registradas un pequeño porcentaje “de las armas circulantes”.
¿Cuál es la diferencia entre tenencia y portación?
Distinto es el trámite de la portación de un arma. “Consiste en el permiso para disponer de un arma de fuego cargada en condiciones de uso inmediato en un lugar público”, explica la ANMAC.
Se requiere ser legítimo usuario y tener registrada el arma sobre la que se solicita portación, certificado de antecedentes penales, acreditar examen psicofísico y una nota de solicitud que justifique razones de seguridad y defensa por las que se solicita la portación. La portación tiene 12 meses de vigencia y no se renueva automáticamente.
La evolución de los usuarios
A través de 2 pedidos de acceso a la información pública, el Centro de Datos de Chequeado accedió a las estadísticas de los últimos años sobre armas de fuego en la Argentina. Los datos oficiales revelan que existen 1.060.910 de legítimos usuarios, aunque casi un 75% de ese total tienen su credencial vencida. La credencial tiene vigencia por 5 años y debe renovarse en los 90 días previos a su vencimiento.
La evolución histórica muestra que la proporción de usuarios con la credencial vigente se ubica siempre entre un 30% y un 40%, pero en 2020 y 2021 cayó por debajo del 30%. El Código Penal establece penas de 1 a 4 años de prisión para quienes utilicen armas de fuego sin la debida autorización legal.
Al mismo tiempo, las cifras muestran que el universo de legítimos usuarios crece todos los años en un porcentaje menor al 2,5%. El año de menor crecimiento fue 2020, marcado por la pandemia, con un 0,8% anual, y 2021 fue el de mayor crecimiento (2,3%).
Un 20% de los legítimos usuarios pertenecen a las fuerzas armadas y de seguridad y, sobre el universo total de credenciales, menos del 1% corresponden a mujeres.
¿Cada vez más gente solicita la credencial de legítimo usuario? La línea de tiempo es irregular y no hay un crecimiento constante. Pero 2021 fue el año con mayor cantidad de solicitudes de la línea de tiempo iniciada en 2016. En total, el último año completo se presentaron ante la ANMAC 72.450 solicitudes de credencial.
¿Cuántas armas se registran cada año?
Según los datos oficiales a los que accedió el Centro de Datos de Chequeado, en la Argentina hay 1,7 millones de armas registradas. La cifra indica la cantidad de armas de fuego con “credencial de tenencia” emitida para usuarios individuales. Desde 2016 en adelante, 2017 fue el año con mayor cantidad de armas registradas ante la ANMAC (57.302), seguido de 2021 (52.001). Con datos hasta mediados de agosto, en 2022 se registraron 44.744 armas.
No existen estadísticas que den cuenta de la cantidad de armas que circulan en el mercado negro. Devoto señaló a este medio que las últimas encuestas de victimización daban cuenta que había armas de fuego en el 10% de los hogares del país, por lo que se estima que hay alrededor de 4 millones de armas en hogares (contando las registradas y las informales).
“Las armas de fuego que se encuentran a los márgenes de los controles registrales del Estado representan un delito de acción pública, e implican un incremento de los riesgos de que éstas acaben en escenarios delictivos”, señalaron desde la ANMAC.
Lo que cayó en los últimos años es el otorgamiento de certificados de portación. Entre 2016 y 2019, siempre se mantuvo por encima de las 150 credenciales anuales y en 2019 tocó su máximo (214). En los últimos 3 años se mantiene por debajo de las 100 anuales, tendencia que podría revertirse en lo que queda de 2022 dado que hasta agosto se entregaron 90 certificados.
¿Cuáles son las armas más utilizadas?
El acumulado histórico muestra que la pistola es el arma más elegida. Hay 637 mil registradas en la ANMAC, y esto representa más de un tercio del total. La escopeta aparece en segundo lugar (412 mil registradas) y, en tercer lugar, el revólver (290 mil). La diferencia entre una pistola y un revólver es que en la primera la munición se aloja en un cargador, mientras que en el segundo caso las balas se colocan en un tambor o en un cilindro.
Si sólo se analiza lo ocurrido en lo que va de 2022, aparece primero la pistola (más de la mitad del total), segundo la escopeta y, casi en la misma proporción, la carabina. Esta última es un arma corta de hombro de características similares a un fusil, mientras que la escopeta puede llegar a tener 2 cañones y se carga normalmente con cartuchos.
El desarme y las muertes por armas de fuego
“El desarme como fundamento de prevención de la violencia busca orientar a la sociedad en soluciones alternativas a las violentas para la resolución de sus conflictos”, señaló Carola Cóncaro, investigadora del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) y miembro de la Red Argentina para el Desarme.
El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego y Municiones fue lanzado en 2007 y prorrogado desde entonces hasta la actualidad. “Ofrece a la sociedad la posibilidad de entregar, de manera anónima y voluntaria, armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo económico”, según describe ANMAC. No es necesario ser legítimo usuario para participar de este programa y las armas recibidas son destruídas en un horno de alta temperatura.
Los datos oficiales muestran un gran impacto en los primeros años de funcionamiento del programa (2007-2008) y una importante caída en los años posteriores. Mientras que en 2007 se recibieron 68.126 armas de fuego, en 2020 solo 424.
Según informa el organismo, el incentivo económico, en función del modelo y el rango del calibre, ronda entre los $ 3 mil y los $ 9 mil. En 2007, cuando se lanzó el programa, el rango del incentivo iba de $ 100 a $ 450. Si se toma el tipo de cambio oficial, se pasó de un ofrecimiento de entre US$ 32 y US$ 145 en 2007 a entre US$ 20 y US$ 62 en 2022. La brecha es aún mayor si se utiliza el tipo de cambio paralelo.
Según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, recopilados en este informe de la ANMAC, en el período comprendido entre los años 2011 y 2019 fallecieron en la Argentina 22.497 personas a causa de un arma de fuego, lo cual es equivalente a expresar que se produjeron un saldo de 8 muertes por día con la utilización de un arma de fuego.
Además, entre 2017 y 2020 se registró en la Argentina un promedio total de 264 femicidios, de los cuales 24% fueron cometidos con la utilización de un arma de fuego. La ANMAC recibe, mensualmente, un estimado de 300 oficios judiciales vinculados a causas de violencia de género, de fuentes federales y provinciales, donde se encuentra involucrada un arma de fuego.
En Corrientes hay registradas 21.500 armas y un 70 % de permisos vencidos
Los organismos nacionales promueven la regularización respecto de la tenencia y una concientización sobre la portación. Muchas están fuera de uso y otras, no identificadas
En Argentina, por ley, todas las armas de fuego deben estar registradas, así como también se requiere un permiso de legítimo usuario y uno de portación de armas.
Según información de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) en la actualidad, en el país, se encuentran registrados 1.088.512 legítimos usuarios. Ante este organismo nacional están registradas 1.749.121 armas.
En la provincia de Corrientes, se estima un total de 25.575 armas de fuego registradas, de las cuales 21.110 corresponden a usuarios individuales y el resto a fuerzas armadas, policiales, penitenciarios y funcionarios. En tanto, están registrados un total de 16.445 legítimos usuarios, de los cuales 12.622 son usuarios individuales.
«Los números estadísticos esconden distintas realidades que son importantes mencionar para seguir trabajando en pos de mejorar la registración y control de las armas y los usuarios», explicó Ricardo Pacios, titular de la Delegación Corrientes de la Anmac.
El funcionario señaló que desde el organismo se trabaja bajo el paradigma de construir una sociedad más pacífica, y para lograr ese fin se llevan adelante políticas de desarme de la sociedad civil, así como el registro, fiscalización y control de toda actividad vinculada con armas de fuego.
Comentó que, de las armas registradas, se estima que un número importante podría estar fuera de circulación o en desuso.
Asimismo, de seguro, existen armas no registradas en posesión de personas que la recibieron de sus padres o abuelos, y las tienen en sus domicilios, en muchos casos sin intención de usarlas.
Otro grupo son las armas caseras, que se mantienen en la ilegalidad por su fin relacionado con la actividad delictiva.
En cuanto a los legítimos usuarios, del universo de 12.622 usuarios individuales de Corrientes, más del 70 % tiene vencido el permiso.
El legítimo usuario individual es la persona física que obtiene, luego de cumplir con los requisitos legales, la credencial que lo habilita a tener en su domicilio y transportar descargadas armas de su propiedad o de terceros debidamente registradas, con fines lícitos (tiro deportivo, caza, defensa). El arma debe ser transportada descargada, separada de su munición y en sus embalajes, caso contrario se la considera portación.
La figura de legítimo usuario individual no incluye la portación, y en ese aspecto el doctor Pacios comentó que muchas veces se confunde el permiso de legítimo usuario individual con el permiso de portación, que es distinto, lo que lleva a cometer infracciones a la normativa vigente.
Por ello, una de las acciones de la Anmac es promover la regularización de los legítimos usuarios y el registro de armas, así como campañas de concientización respecto a los requerimientos para tener y portarlas.
El alto índice de legítimos usuarios vencidos, en parte, guarda relación con las dificultades impuestas por las gestiones que se sucedieron en el organismo en los últimos años, así como la incidencia de la pandemia. «Si bien Argentina alienta a que la población no se arme contra el delito, en los casos de quienes sí quieren hacerlo suele resultar complejo cumplir con todas las exigencias», destacó el licenciado Fernando Pereyra, docente del Instituto de Ciencias Criminalística y Criminología de la UNNE, y además director del Gabinete Científico del Poder Judicial de la provincia del Chaco.
En ese aspecto, sostuvo que a la par de las campañas de promoción del desarme de la población, también deberían agilizarse los trámites y requisitos para la regularización de las armas y los usuarios, tanto de quienes usan el arma como defensa así como de quienes lo hacen por deporte o caza.
Desarme voluntario
En el marco de la premisa de que la población no elija las armas para hacer frente a la inseguridad, una de las estrategias principales es el desarme voluntario de la población.
Con ese fin, en el 2007 se creó el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Desde la entrada en vigencia del plan han sido recibidas más de 200.000 armas de fuego y alrededor de 2.000.000 de municiones en todo el país.
Además del desarme voluntario, la Anmac tiene como misión primaria la de efectuar con carácter exclusivo la destrucción de todo material controlado.
Desde el 2000 a la fecha se han destruido alrededor de 440.000 armas de fuego en el país, provenientes de bajas patrimoniales de instituciones públicas, incautadas o secuestradas por la Justicia en el marco de hechos delictivos o entregadas en el marco del programa de desarme.
En Corrientes, en plan de desarme voluntario funcionó con buenos resultados durante varios años. Pero actualmente está suspendida la recepción de armas para el desarme voluntario debido a que se está en búsqueda de depósitos para acopiar el material que se reciba, situación que se espera solucionar en corto plazo, de acuerdo a lo estimado por el delegado local de la Anmac.
En Resistencia sí está activo el plan de entrega voluntaria de armas, aunque también se enfrentan a dificultades por tener los depósitos llenos.
Para los usuarios de Corrientes resulta complejo acudir a la vecina ciudad para la entrega de armas por las limitaciones para el tránsito interjurisdiccional.
Decomisos
De acuerdo a los datos oficiales, se observa un crecimiento en los últimos años en el decomiso de armas.
En el Poder Judicial de Corrientes se estima que existen más de 2.750 armas inventariadas e ingresadas al registro de la Anmac para su destrucción, secuestradas en el marco de distintas causas judiciales.
En la provincia de Chaco se estima que por año se decomisan, sin posibilidad de ser devueltas a sus dueños, entre 2.000 y 3.000 armas de fuego con destino a la destrucción.
La mayoría de las armas en poder de la Justicia, producto de decomisos, son pistolas semiautomáticas y pistolas 9 milímetros, sumadas a un importante número de armas caseras.
En ese sentido, Pereyra sostiene la importancia de agilizar también los procesos para la destrucción de las armas, pues desde el decomiso hasta el estadío final de destrucción puede transcurrir hasta tres años.
Comentó que, dentro del plan de entrega voluntaria de armas, se incentiva en particular la entrega de aquellos modelos más utilizados en hechos criminales, y de esa forma evitar que quien tenga un arma sin intenciones de usarla termine vendiéndole a otra persona que quizás sí le dé un fin no adecuado.
De los delitos cometidos con armas, solo el 1 % corresponde a legítimos usuarios registrados.
Lugares de práctica
Una realidad paralela a la tenencia de armas se relaciona con la falta de lugares en cantidad para la realización de prácticas deportivas, así como para la instrucción de quienes quieren iniciarse en su uso o acceder a los permisos.
En la provincia, solo existen dos entidades habilitadas, en las localidades de Colonia Carolina y Goya, ambas de propiedad privada.
En Chaco existen cuatro entidades de tiro habilitadas en Roque Sáenz Peña, Puerto Tirol, Margarita Belén y Napenay, también privadas.
En Formosa hay un solo lugar habilitado: el Tiro Federal Formosa; y en Misiones también existe un solo polígono habilitado en la localidad de Candelaria.
La cantidad de entidades habilitadas en las provincias del NEA se considera escasa, y además Chaco y Corrientes no tienen polígonos en sus ciudades capitales.
La normativa vigente establece que se pueden hacer prácticas de tiro a campo abierto en lugares que en un radio de 50 kilómetros no cuenten con entidades de tiro habilitadas.
Sobre ello, Pacios sostuvo la necesidad de promover más espacios habilitados por las seguridades que brindan a los usuarios, pero también porque allí se pueden contar con profesionales que brinden una mejor instrucción.
Reconoció, no obstante, que poner en funcionamiento un polígono resulta complejo desde el punto de vista técnico-legal y demanda mucha inversión. Aunque existe la demanda tanto de quienes manejan armas como actividad recreativa como de quienes requieren prácticas de instrucción. «Contar con más polígonos podría lograrse por medio de la inversión privada o también con inversión estatal, con polígonos que dependan del Estado para posibilitar las prácticas de las fuerzas de seguridad, y que al mismo tiempo se alquilen a usuarios individuales, con costo de alquiler que permita solventar los gastos de funcionamiento» indicó el delegado de la Anmac.
Instrucción
Por su parte, el licenciado Pereyra coincidió en la necesidad de contar con más polígonos, y sostuvo que constituye también una prioridad tener cuidado con las ofertas de capacitación de uso de armas y práctica defensiva que se ofrecen en Internet y otros medios sin la seguridad de que se trate de personas realmente preparadas.
Comentó que existen ofertas de formación que piden a los interesados en iniciarse en el uso de armas, y se aceptan a cursantes que no son legítimos usuarios o con armas no registradas.
«No hay que fomentar falsas expectativas de formación técnica, debería controlarse a quienes brindan estas propuestas formativas para garantizar que lo hagan cumpliendo las distintas garantías que piden las normativas vigentes», sostuvo Pereyra, quien es docente de las cátedras Balística I y Balística II del Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la UNNE.
Para finalizar, reiteró que «cuanto más regularizadas estén las armas y los usuarios, menores serán las problemáticas vinculadas con el uso de las mismas, y mayores las probabilidades de alcanzar el objetivo de una sociedad más pacífica».
Por su parte, el Dr. Pacios concluyó exponiendo el compromiso de la sede local de articular con organismos provinciales, municipales, asociaciones de tiro, profesionales y la comunidad en general para seguir concientizando respecto a la importancia de la regularizar la situación de los legítimos usuarios, de afianzar el desarme voluntario y de concientizar para que quien manipule un arma lo haga respetando las exigencias establecidas.
Fuente: Redacción y medios nacionales