La ciudad de Bernardo de Irigoyen enfrenta una crisis de agua potable que persiste a lo largo de los años, exacerbada por la falta de inversión en infraestructuras y la situación irregular de la Cooperativa de Provisión de Agua y otros Servicios Públicos de Bernardo de Irigoyen (Coopabil). La falta de mantenimiento en la red de suministro y la carencia de nuevos equipos de bombeo han llevado a una prestación deficiente del servicio, con la población dependiendo de camiones cisterna para acceder al agua.
El problema se agudiza en los meses de verano, y actualmente, alrededor del 80% de la población no tiene acceso al suministro de agua en sus hogares, teniendo que recurrir a la ayuda municipal que distribuye agua con camiones en distintos barrios. La Coopabil, además de enfrentar una crisis hídrica, está lidiando con una crisis institucional y financiera, con la falta de renovación de autoridades y la acumulación de deudas.
Ante esta situación, un grupo de vecinos autoconvocados se ha reunido en asamblea pública para intercambiar ideas y propuestas que permitan abordar de manera efectiva el problema del agua en la ciudad. Se ha redactado un acta con propuestas concretas para realizar reclamos formales y buscar soluciones a largo plazo. La falta de inversión en equipos de bombeo y las constantes averías en la infraestructura han llevado a una situación crítica que requiere intervenciones inmediatas.
Además de la movilización de los vecinos, se han presentado notas al municipio, solicitando colaboración para resolver el problema del suministro de agua. También se busca una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante y se han presentado notas a la Coopabil exigiendo la regularización administrativa e institucional de la cooperativa, así como la convocatoria a una asamblea extraordinaria para informar a la población sobre la situación de la entidad.
La crisis en la cooperativa se ve agravada por la falta de pago de servicios, la carencia de balances y la ausencia de renovación de autoridades. El reciente fallecimiento del presidente y la renuncia de otros miembros de la comisión directiva han dejado a la cooperativa prácticamente acéfala. Además, se revela que parte de la crisis económica se atribuye a la conexión clandestina de alrededor de 3.000 usuarios, dificultando el control debido al sistema hidráulico obsoleto de la ciudad.
La situación se complica aún más con la paralización de una importante obra que pretendía mejorar la infraestructura hídrica en Bernardo de Irigoyen. La obra, financiada por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamientos (Enohsa), se encuentra estancada con solo un 21% de avance y representa una oportunidad perdida para resolver los problemas de suministro de agua en la ciudad. La movilización de los vecinos y las gestiones ante las autoridades buscan presionar para encontrar soluciones inmediatas y a largo plazo.
Con información de El Territorio