El brote de dengue continúa sin dar tregua en la provincia de Misiones, con un promedio semanal de alrededor de 3.000 casos febriles desde mediados de enero. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y la comunidad, la curva de contagios se mantiene elevada, lo que representa un riesgo significativo para la transmisión del virus.
Según las autoridades de salud, la clave para frenar el brote radica en cortar el ciclo del vector transmisor, el mosquito Aedes aegypti. Se destaca la importancia de la colaboración de la población en la eliminación de criaderos de mosquitos en sus hogares y en la adopción de medidas preventivas, como el uso de mosquiteros y repelentes.
A pesar de los esfuerzos de fumigación y control del vector, la cantidad de casos febriles no disminuye significativamente. Las autoridades explican que la fumigación tiene sus limitaciones y que se requiere un enfoque integral que incluya medidas de saneamiento ambiental y educación comunitaria.
En cuanto a la situación de los internados, la mayoría se concentra en la ciudad de Posadas, pero se ha observado un aumento en otras localidades de la provincia. Actualmente, hay 55 personas internadas por dengue, con la mayor cantidad en hospitales de Posadas y Garupá.