Es el encargado de la mayor parte de las funciones sensoriales, motoras, cognitivas y emocionales. Con plasticidad, nos permite adaptarnos a las exigencias del contexto.
Cada 22 de julio, impulsado por la Federación Mundial de Neurología, se celebra el Día Mundial del Cerebro con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades neurológicas.
En total hay más de 600 enfermedades de origen neurológico que se originan en el sistema nervioso (cerebro, medula espinal y nervios), y este año se ha dedicado a la esclerosis múltiple con el lema «Detener la esclerosis múltiple».
Tal y como recoge la Sociedad Española de Neurología (SEN) esta patología afecta a 2,8 millones de personas en en el munfo y entre 50 y 55 mil en España. «En todo el mundo, cada cinco minutos, una persona es diagnosticada de esclerosis múltiple y en España, cada año, se diagnostican unos 2.000 nuevos casos», señalan.
Como explica el Dr. Miguel Ángel Llaneza, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, la esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa con impacto en todos los aspectos de la vida ded los pacientes. «Especialmente en las funciones cognitivas y la discapacidad física, todo ello motivado por tratarse de una enfermedad que cursa con múltiples síntomas entre los que destacan la fatiga, las alteraciones visuales, los trastornos de la marcha, de la coordinación y el equilibrio así como las alteraciones de la memoria y la capacidad de concentración».
Por el momento carece de cura, por lo que el diagnóstico temprano y unos tratamietnos para frenar el progreso y mejorar la calidad de vida de los pacientes son vitales. Sin embargo, como señala la SEN, en un 75% de los países hay impedimentos para realizar un diagnóstico temprano y en 7 de cada 10 países hay problemas para acceder a las terapias para paliar los síntomas. A esto se suma que «y en 4 de cada 10 países, no están disponibles terapias para síntomas tan discapacitantes como la fatiga y el deterioro cognitivo que genera esta enfermedad», según recoge la tercera edición del Atlas de Esclerosis Múltiple recién publicada.
Y esta situación se da en una enfermedad que cada vez afecta a más personas. Desde 2013 se ha producido un incremento del 22% de nuevos diagnósticos, con una prevalencia en 1 de cada 3.000 personas. “Hay diversos factores que pueden influir en este aumento de la población mundial afectada por esta enfermedad como, por ejemplo, la simple mejoría de la calidad de los estudios epidemiológicos, el acceso a las técnicas que nos permiten confirmar los diagnósticos de manera cada vez más precoz o la efectividad de los tratamientos lo que ha permitido mejorar sustancialmente la esperanza de vida de los pacientes. En todo caso, tampoco se puede descartar que también esté aumentando el riesgo, y con ello no solamente la prevalencia, sino también la incidencia, de esta enfermedad”, comenta el Dr. Miguel Ángel Llaneza.