“Presidente, con el debido respeto, considero que no sería apropiado tomar una fotografía conjunta de Javier con Bullrich y Petri”. Santiago Caputo, amigo cercano de Javier Milei y, sobre todo, la persona a la que Milei escucha más atentamente para planificar estrategias de campaña, se dirige a Mauricio Macri en su propia residencia. Junto a Macri, están presentes también Petri, Santilli, Ritondo, Francos, Karina Milei y Fernando De Andreis.
Esta reunión, que se lleva a cabo después de la medianoche, representa un evento que quedará marcado en la historia de los acontecimientos políticos del país. Sucede apenas 48 horas después de la elección general, y Macri ha convocado a todos para diseñar la alianza que ahora los une. “Presidente, en mi opinión, Santiago tiene razón”, respalda Milei, quien ha estado tratando de evitar la idea de Macri de organizar una conferencia de prensa al día siguiente que incluya una foto de ambos binomios: Milei-Villaruel y Bullrich-Petri.
Milei logra cancelar el plan de la foto conjunta esa noche, pero se marcha a su hogar sabiendo que no podrá controlar completamente la decisión independiente de Macri. Desde entonces hasta ahora, Milei no tiene conocimiento ni control sobre las múltiples apariciones de Macri en los medios, delineando las condiciones de apoyo prometido. Con el paso de los días, esto se convierte en una delicada trampa. «Habla más de lo que preferiríamos, pero las encuestas están mejorando desde que él ha comenzado a estar activo en la arena política», declara el grupo pequeño que rodea a Milei.
Milei está en un estado de ánimo optimista pero incómodo. Por lo tanto, en estos días, ajusta con mayor precisión la identidad de su campaña. Ha tenido que confirmar que no negociará la política económica con Macri, pero al mismo tiempo, ha publicado un video en las redes sociales que sugiere un enfoque más gradual en sus políticas de gasto en educación y salud. También ha comenzado su gira de campaña llamada «La marcha de la libertad», que lo llevará a recorrer varias localidades.
Las paradas de este recorrido son intensas y culminan con un evento de cierre en Córdoba capital, una decisión estratégica importante dada la relevancia de los votos cordobeses en el balotaje.
A estas alturas, el equipo de Milei es consciente de que la fiscalización será fundamental en el balotaje y está trabajando arduamente para garantizarla adecuadamente. La logística es costosa, y la colaboración de Macri se considera esencial para movilizar a los fiscales y financiar sus viáticos.
La importancia estratégica de Córdoba
En este momento, se están finalizando los detalles para organizar un acto masivo en las calles. No es sorprendente esta decisión, ya que los votos de la provincia de Córdoba son un valioso botín para la segunda vuelta electoral. En la primera vuelta, Javier Milei obtuvo el 33% de los votos, y ahora su apuesta es ganarse a los 667,447 cordobeses que votaron por Juan Schiaretti y los 521,310 que eligieron a Patricia Bullrich.
En este territorio, donde el peronismo sabe que tiene una difícil batalla, están trabajando activamente los estrategas de Sergio Massa, especialmente el experimentado operador Juanjo Álvarez, quien logró un sorprendente aumento del 72.81% de votos para su candidato entre las elecciones primarias de agosto y la elección general de octubre.
Ahora, el equipo de Milei también está compitiendo por los votos de Schiaretti en Córdoba. El próximo lunes, Sergio Massa viajará a esta provincia con la esperanza de impulsar su proyecto presidencial en un lugar crucial.
El factor Brasil
Esta semana, los estrategas de la campaña de Javier Milei recibieron la visita de Pablo Nobel, un experto en marketing político brasileño que formó parte del equipo de Duda Mendonça y fue el cerebro detrás de la campaña del exjuez Sergio Moro en Brasil.
Pablo viajó al país y solicitó reuniones con Fernando Cerimedo, el enlace de Milei con Jair Bolsonaro, y Santiago Caputo. Aunque se les brindó una reunión, parece que Pablo pidió dos millones de dólares para comenzar a trabajar en la campaña, a lo que se le respondió que estarían encantados de hacerlo si conseguía un patrocinador que cubriera esos costos.
Si Pablo se incorpora al equipo, sería un interesante aporte brasileño a la escena política argentina. Se sabe que la campaña de Sergio Massa ya cuenta con un equipo sólido liderado por Edinho Silva, recomendado por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y que ha estado operando en Argentina durante los últimos dos meses.
La fiscalización es clave
En el mundo de Milei, entienden que cualquier estrategia política solo tendrá éxito si se lleva a cabo una fiscalización efectiva. A pesar de las acusaciones de fraude en las redes sociales, no se han presentado pruebas sustanciales. No se ha presentado ninguna acta ante la justicia electoral. Esto se debe a la creencia de que carecen de la estructura necesaria para recopilar evidencia. Dado que esta es la tercera elección en el año, esta falta de organización sigue siendo un problema importante.
La alianza con Mauricio Macri está trabajando a contrarreloj para construir una logística que requiere una inversión significativa, así como la garantía de la presencia de personas confiables. Se espera que el expresidente no sea el responsable de obtener financiamiento, y surgen desacuerdos sobre cómo asegurar la lealtad de los fiscales sin que haya infiltraciones.
Son aproximadamente 135,000 personas a las que, como mínimo, se les debe proporcionar viáticos. Esto ha dado lugar a reuniones de todo tipo, en las que los partidarios de Milei y los seguidores de Macri conviven forzadamente. En un momento dado, Guillermo Dietrich, exministro de Transporte, intentó que su equipo tomara el control de la estrategia, pero Milei intervino para dar prioridad a aquellos que habían trabajado con Bullrich a lo largo del año, como Sebastián García de Luca, quien había sido el jefe de campaña de la exministra.
La alianza Macri-Milei y el Congreso
Parte de esta coreografía se vio ayer en el Congreso cuando se proclamaron las fórmulas presidenciales para la segunda vuelta. Las cámaras de televisión captaron el momento en que, sin levantarse de su asiento, Milei recibía saludos, abrazos y conversaciones con Hernán Lombardi y Cristian Ritondo. Fue un signo de la primera colaboración legislativa de esta alianza política cuando el candidato presidencial y Ritondo lideraron la firma de un proyecto de ley en reclamo de los argentinos secuestrados por Hamas.
Un final incierto
Faltan solo 16 días para la elección presidencial y solo 9 para el debate presidencial, que podría cambiarlo todo. El resultado está lleno de incertidumbre, y muchos lo describen como una «moneda en el aire». La encuesta de Atlas Intel, la más precisa en la elección general, pronostica un empate, aunque hay encuestas de Federico Aurelio que muestran a Milei liderando por dos o tres puntos.
Todos están de acuerdo en que la última semana será crucial, como lo fue en las dos vueltas anteriores. Un informe de un grupo de enfoque de una consultora señala que la gente muestra angustia porque debe elegir entre alguien en quien no confía y alguien a quien le teme.
Las palabras de Santiago Artemis en TN fueron aún más crudas: «Tengo que elegir entre un excéntrico loco o seguir con el kirchnerismo. Bang».