El director del Bachillerato Orientado Provincial (BOP) 122, Gabriel Rafael Rojas, fue sumariado y separado del cargo en forma preventiva mientras dure la investigación administrativa por maltrato laboral y falta de rendición de los fondos de Transferencia de Recursos Educativos (Sitrared).
No es la primera vez que este docente será investigado por Asuntos Jurídicos del CGE: ya en 2013 fue sumariado por sus inasistencias sin justificar cuando era director de la Unidad de Gestión Local 11, cargo en el que fue cesanteado en 2015.
En 2014, cuando ya era director del BOP 72, se lo sumarió y separó de ese cargo por falta de rendición de fondos del Programa de Apoyo a la Política de Mejoramiento de la Equidad Educativa (PROMEDU II) y en 2017 se le aplicó como sanción por no rendir los fondos la irrisoria suspensión de 20 días.
Seis años después, ahora como director del BOP 122, Rojas vuelve a ser investigado por no rendir el dinero que recibió del Ministerio de Educación de la Nación.
Pero también está bajo la lupa por su conducta autoritaria y abuso de poder que afectaba el normal dictado de clases: cuando Rojas no asistía a la escuela, alumnos y docentes debían dar clases en los pasillos exteriores porque el director no permitía el acceso al establecimiento en su ausencia.
Según denunciaron algunos educadores, tenía un trato persecutorio, hostigador y violento.
Sumariado por tercera vez
Por tercera vez, el CGE dispuso por Resolución 3951/23 la separación “de manera provisoria y preventiva” de Rojas, tanto de su cargo de director como de sus horas cátedra.
Fueron los padres, alumnos y docentes de esta escuela secundaria ubicada en el barrio El Porvenir II de Posadas quienes expusieron las irregularidades del director en varias protestas realizadas frente al BOP 122.
La situación motivó la radicación en el CGE de una denuncia administrativa por maltrato y persecución laboral hacia el personal a su cargo. La denuncia por maltrato a sus docentes fue presentada por la Unión Docente Nueva Argentina de Misiones (UDNAM) que acompañó con documentos, pedidos de informe y sumarios que Rojas acumula desde hace más de diez años.
Días atrás, un grupo de docentes presentó ante la Supervisión una denuncia en la que relataron “las irregularidades y maltratos sufridos por parte del director”. También elevaron ante el presidente del CGE, Alberto Galarza, una nota solicitando su intervención y detallando algunos de los hechos de persecución y hostigamiento verbal sufridos por parte de Rojas tanto hacia docentes como alumnos.
Advirtieron además que una profesora presentó su renuncia en marzo de este año cansada del hostigamiento y maltrato permanente del hombre que incluyó acoso laboral, insultos y amenazas telefónicas. En la actualidad, la mujer sigue con tratamiento psicológico.
También los padres presentaron en varias oportunidades reclamos por negligencia y ausencia de responsabilidades de parte del directivo hacia sus hijos.
Manejo de fondos sin control
Los docentes alertaron además a Galarza por el manejo inescrupuloso de los fondos por parte del director del BOP 122. Aseguraron que los presionaba “para juntar fondos por medio de distintas ventas, que serían supuestamente usados en el establecimiento, cosa que nunca pasó”.
El plantel también cuestiona al titular de la institución por el uso de los fondos del Sistema de Transferencia de Recursos Educativos (Sitrared) “sin que efectúe las rendiciones de cuentas correspondientes”.
Precisamente, en 2014, Rojas fue investigado y sancionado por el Consejo General de Educación por el mismo motivo: recibió fondos nacionales y no rindió el destino de los mismos. Paradójicamente, Rojas no solo continuó en el cargo de director sino que, nueve años después, ya en otro establecimiento, vuelve a repetir la historia.
Mientras dure el sumario, Rojas permanecerá separado del cargo pero seguirá cobrando por el mismo hasta que se dictamine en su caso. Hasta tanto el CGE designe un director suplente, el BOP 122 quedará a cargo de los profesores con mayor antigüedad.
Fuente: Primera Edición