El Gobierno de Argentina ha anunciado un nuevo esquema de renuncia opcional a los subsidios al transporte público. A partir de esta semana, los usuarios de trenes y colectivos pueden renunciar voluntariamente a los subsidios aplicados a las tarifas de transporte. Esto les permitirá pagar 1,100 pesos por el boleto de tren y 700 pesos por el de colectivo, de acuerdo con los costos operativos de las empresas.
El valor actual del boleto de tren varía entre 11.57 y 180 pesos según el tramo, mientras que la tarifa mínima de colectivo es de 52.96 pesos. El Ministerio de Transporte ha establecido estos aumentos, lo que representa un incremento de hasta un 800 por ciento, para los usuarios que opten por renunciar a los subsidios.
El proceso de renuncia se llevará a cabo a través de la tarjeta SUBE, un sistema utilizado para el pago del transporte público en Argentina. Los usuarios pueden completar un formulario de renuncia en el sitio web oficial del gobierno a partir del 20 de octubre. A partir del 27 de octubre, se aplicarán automáticamente los aumentos a quienes hayan optado por renunciar.
Los subsidios al transporte público han sido objeto de debate en Argentina y forman parte de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para la política fiscal del país. Sin embargo, esta medida es principalmente política y está destinada a aquellos que no creen necesitar los subsidios. A través de esta renuncia voluntaria, el gobierno busca reflejar la opinión de los ciudadanos en medio de una campaña electoral en la que el tema de los subsidios al transporte es un tema importante.
El ministro de Transporte, Diego Giuliano, destacó que los subsidios al transporte son una política estatal importante que ayuda a los trabajadores a acceder a un transporte más económico, fomenta prácticas amigables con el medio ambiente y promueve la utilización del transporte público en lugar de vehículos privados, lo que reduce la contaminación y el tráfico.
La renuncia a los subsidios al transporte implica la pérdida de los beneficios asociados a la tarjeta SUBE, como descuentos en las tarifas y otros atributos locales. Hasta la fecha, esta medida solo se aplica al transporte público que forma parte de la jurisdicción nacional, como colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires, aunque el gobierno planea invitar a las provincias a implementar un registro similar para permitir que los usuarios en otras partes del país también renuncien a los subsidios.
El gobierno también confirmó que las tarifas del transporte público seguirán congeladas hasta el 10 de diciembre y que, en caso de continuar en el cargo, revisarán la organización del sistema de subsidios. Hasta septiembre de 2023, el Ministerio de Transporte ha gastado 307,928 millones de pesos en el programa de subsidios al transporte público.
Esta medida refleja el esfuerzo del gobierno por involucrar a los ciudadanos en el debate sobre los subsidios y reflejar su opinión en la política de transporte público. Sin embargo, se ha enfrentado a críticas y preocupaciones sobre cómo afectará a los ciudadanos que renuncien a los subsidios.