Gustavo Mendoza, quien fue secretario de Hacienda durante la intendencia de Norberto Aguirre en Eldorado, y ahora forma parte de la Comisión de Transición en representación del intendente electo Rodrigo Durán, brindó detalles sobre la labor política y el trabajo durante esta etapa de transición entre la gestión saliente y la entrante, que será consumada el próximo 10 de diciembre.
Sobre el período de transiciones entre gestiones, Mendoza comentó que en un principio lo vio preocupado al intendente electo Durán, ya que “la transición se hace larga; son casi 8 meses, que condiciona mucho al actual mandatario y también mucho al entrante”, refiriéndose al posible desconocimiento de la situación al momento de tomar el cargo en la intendencia.
Dicha preocupación surge después de darse a conocer la nómina que se elevó al CDE del número de trabajadores en condiciones de ser incorporados a planta permanente de la Municipalidad. Este hecho fue el iniciador para conformar la Comisión de Transición y así estar al tanto de la situación municipal. “La preocupación estaba porque creemos que cualquier municipio debe, primero, encuadrarse dentro de la legalidad, que es la Carta Orgánica y el presupuesto”, detalló Mendoza.
Asimismo, explicó que la cantidad de empleados que posea la Municipalidad “es relativa en función a la tarea que se viene haciendo, la amplitud de actividades que tiene el municipio” y agregó que se entiende a Eldorado como una ciudad amplia y compleja, que requiere de mantenimiento de las calles, limpieza, seguridad, iluminación, entre otras cuestiones. No obstante, indicó que una vez que se conozca y se defina la cantidad de actividades municipales, se podrá dimensionar el número de empleados y determinar si es mucho o poco; lo que también ayudará a Rodrigo Durán a saber que caminos tomar a partir de allí.
Sobre la situación del pase a planta permanente de los empleados, el integrante de la Comisión señaló que “si las incorporaciones obedecen a necesidades y están dentro de lo que establece la Carta Orgánica y el Presupuesto”, la gestión entrante no tendría ningún tipo de observación “más allá de la concurrencia y como se seleccionen”. Sin embargo, la preocupación latente radica en que si la masa salarial de los empleados supera o no lo establecido por la Carta Orgánica.