No es el título de una película, ni el nombre de una canción pero es tan bello como suena. Fredo el gato blanco de la vidriera, sueña con vestidos de temporada o colores de verano, entre maniquíes. Cuenta Irma, su dueña, que el gato tiene aproximadamente 3 años, que un día apareció y la adoptaron.
Irma y la familia viven detrás del local de ventas de indumentaria en el km 9 sobre Avenida San Martín, por lo que el comercio es parte del espacio y ambiente del gatuno.
Fredo esta castrado y ésto explica su cuidado y gran tamaño. Tiene costumbre de ser parte de la vidriera de la boutique. Digno es el trabajo de Fredo el gato blanco, por hacer mérito en su lugar de trabajo, aportando belleza y ternura a la vista del local de su dueña y llamando la atención más que cualquier prenda de moda.