Hasta ahora, las elecciones provinciales tienen una exacta lógica política: triunfan los gobernadores que reeligen o vence el candidato que pertenece al partido hegemónico. Sucedió con Juan Schiaretti en Córdoba (PJ), Gerardo Morales en Jujuy (UCR) y Omar Gutiérrez en Neuquen (MPN), por citar tres casos paradigmáticos. Pero esta lógica política implosionará cuando se vote en las elecciones presidenciales, donde casi todo se reducirá al enfrentamiento que protagonizaran Mauricio Macri y Alberto Fernández.