El exentrenador de fútbol femenino, Héctor «Chino» Torres, fue acusado de acoso, abuso sexual y violencia física por un grupo de padres de adolescentes del Club Educación de Posadas, donde dirigía. A pesar de esto, fue liberado bajo palabra el jueves.
Las denuncias no son recientes, tres jugadoras denunciaron hace diez años. Macarena, una de las denunciantes, recordó los abusos psicológicos, la extorsión y un incidente específico con el entrenador cuando tenía 13 años. A pesar de su denuncia en Cámara Gesell, el caso parece haber quedado en la nada. El relato detalló cómo Torres la citó bajo engaños y la sometió a situaciones incómodas y abusivas, forzando un beso.
El asedio continuó con mensajes diarios y apariciones cerca de su colegio, lo que llevó a la víctima a presentar la denuncia. A pesar de ello, Torres fue liberado, dejando a Macarena y otras víctimas con un sentimiento de abandono por parte de la ley y con temores por su seguridad.
Macarena expresó su indignación por la liberación de Torres y su deseo de que pague por el daño causado. Además, evidenció el temor constante que sienten las víctimas por su seguridad, dado que Torres, veterano de Malvinas, podría tener un arma en su casa. La incertidumbre y el miedo persisten, generando una sensación de abandono y desamparo por parte de la justicia.