En la madrugada, el municipio portuario registró 41 milímetros de lluvia en una hora, el mayor volumen en todo el estado, según datos de la Defensa Civil de Santa Catarina. A lo largo de la mañana, la acumulación llegó a 102 milímetros, mientras que Balneário Camboriú contabilizó casi 60 milímetros en pocas horas. Este nivel de precipitación provocó inundaciones en diversas zonas, con la Avenida Osvaldo Reis, uno de los accesos principales a la ciudad, completamente cubierta por agua.
Lluvias récord en la región
En apenas una hora, la ciudad portuaria registró 41 milímetros de lluvia, el mayor volumen en todo el estado de Santa Catarina, según la Defensa Civil. La acumulación total de precipitaciones por la mañana alcanzó los 102 milímetros, lo que ha generado inundaciones significativas en diversos puntos del denominado “Dubái brasileño”. Entre las áreas más afectadas se encuentra la Avenida Osvaldo Reis, uno de los principales accesos a la ciudad, que quedó completamente cubierta de agua.
Zonas críticas bajo monitoreo
La Defensa Civil y la Guardia de Tránsito están supervisando los puntos más comprometidos, como la Avenida Martín Lutero, las Avenidas das Flores y Santa Catarina, así como las calles Israel, São Paulo, Siria y Azulão.
Vehículos sumergidos en la BR-101
En la carretera BR-101, las lluvias han provocado escenas dramáticas. En el kilómetro 131, automóviles quedaron casi sumergidos en las vías de acceso a la ciudad, y un autobús con pasajeros quedó detenido con el agua cubriendo las llantas. La Policía Federal de Caminos confirmó que las inundaciones afectan ambos sentidos de la carretera en el kilómetro 130, complicando aún más el tránsito en la región.
Las autoridades locales instan a la población a evitar desplazamientos innecesarios y seguir las recomendaciones de los organismos de emergencia mientras se trabaja para mitigar los efectos de esta emergencia climática.
Inundaciones en Camboriú: “Hace muchos años que no ocurría esto con esta magnitud”, afirmó una misionera que reside en Brasil

Las lluvias que sorprendieron al balneario Camboriú, en Brasil, generaron inundaciones inusuales en algunas zonas de la ciudad, pero la actividad turística continúa con normalidad. Peiggi Miller, residente misionera en el lugar, relató su experiencia y cómo, a pesar del susto inicial, todo se estabilizó rápidamente.
La cantidad de agua que cayó sobre la zona tomó desprevenidos incluso a sus vecinos. “A nosotros también nos tomó de sorpresa. Nosotros nos enteramos hoy a la mañana, temprano. La dueña del local que alquilamos nos llamó y nos avisó que vengamos por acá porque estaba empezando a ingresar agua en el negocio”, explicó Miller.
Además, destacó que este tipo de situaciones no son comunes en Camboriú. “No es algo común que suceda, ya aclaro por las dudas. No es algo que sucede todos los días. Es raro que suceda. Lo que es acá el sector del balneario, se juntó agua en muy poco tiempo”, detalló.
Según explicó, el agua en su zona llegó a cubrir la vereda, mientras que en otras áreas alcanzó niveles más altos. “Había zonas en donde el agua me llegaba hasta la rodilla. Pero, asimismo, como se juntó mucha agua en poco tiempo, también se frenó”, dijo.
Aunque en el pasado hubo fenómenos similares, Miller señaló que hacía muchos años que no se veía algo así en Camboriú. “En algún momento ocurrió esto, pero hace muchos años que no ocurría con esta magnitud. Sí, es común acá que llueva, y se junta agua si llueve mucho, pero no así como ahora. Eso me comentaban los vecinos acá del lugar”, aseguró.
En cuanto a la intensidad de la lluvia, aclaró igualmente que fue fuerte. “Pero no te puedo asegurar bien, porque justo fue durante la madrugada. Por lo que tenemos entendido, fue una lluvia fuerte y no estaba pronosticado que iba a juntar tanta agua en tan poco tiempo”, observó.
El impacto en los negocios fue limitado, aunque algunos sufrieron pérdidas económicas. Miller explicó que los locales suelen estar preparados para este tipo de situaciones. “Tienen como una chapa que se coloca en la puerta para evitar el ingreso del agua a los locales. Pero como fue tan así sin previo aviso, algunos locales, como el nuestro, no pusieron esa compuerta”, relató.
Sin embargo, señaló que en su caso no hubo grandes consecuencias. “Gracias a Dios, lo que es acá donde estamos, los vecinos, por suerte para nosotros fue un susto. Gracias a Dios fue un susto nada más”.
A pesar de los inconvenientes iniciales, la situación se normalizó rápidamente. “Lo que afectó fue que no se pudieron abrir los negocios porque estábamos limpiando, acomodando y demás. Pero ahora sigue todo normal. Está lleno de gente en la calle, hay mucho turismo. Pareciera que es un día normal de lluvia, nada más”, afirmó.
Según Miller, otras zonas cercanas sufrieron un impacto más severo. “Tengo entendido, por los noticieros que estuve mirando, que la zona de Camboriú y la zona de Itapema fueron muy afectadas, que ahí sí fue una inundación más grande, que hubo casas que quedaron bajo agua más o menos”, señaló. Sin embargo, en el centro de Camboriú, la situación es diferente. «Sobre la avenida Brasil, que es donde yo estoy, que es una de las principales, la vida es normal. Está como si nada hubiera pasado”.
Respecto a las preocupaciones de los turistas, especialmente argentinos, Miller calmó las posibles ansiedades que pudieran surgir después de las fuertes lluvias. “No hay ninguna alerta acá. No tengan miedo de venir a vacacionar. Que sigan viniendo, que no tengan miedo. No les va a pasar nada”, dijo.
Según explicó, la ciudad continúa recibiendo un alto número de visitantes. “Y hay muchos, muchos argentinos. En esta temporada hay muchos argentinos. Más ahora en esta segunda quincena”, destacó. Además, lo comparó con años anteriores. “El año pasado no se vio esto. Este año nuevamente hay muchos argentinos”.
Para finalizar, insistió en que el balneario está en condiciones para recibir turistas y que la actividad comercial y social se mantiene estable, a pesar de las inundaciones acaecidas. “Es como si nada hubiese pasado”, afirmó. “Está lleno de gente en la calle”.