En dicho marco, el 30 de marzo de 2004, Medina formalizó la denuncia administrativa ante la Dirección General del Trabajo y Empleo, Delegación Eldorado. Al conocer ahora el fallo, que determina una sanción económica, la denunciante dijo: “Hasta el día de hoy me cuesta estar bien, pensando lo que hice pasar a mi familia”.
La defensa planteó que el exintendente Melgarejo optó por conservar al funcionario, encubrirlo y no renovar el contrato laboral de la denunciante, “sumándole un mayor perjuicio al ya ocurrido con el acoso habido”.
Los hechos
Medina comenzó a trabajar en el mes de noviembre de 2003 en la Municipalidad de Puerto Piray, donde se desempeñó como inspectora en el Área de Bromatología. Desde un inicio, según denunció, Elizaurt realizaba insinuaciones con connotaciones sexuales, tanto a ella como a sus compañeras de trabajo. Esta situación se fue agravando con el transcurso del tiempo; las pretendía abrazar, las invitaba a concurrir a lugares alejados del área urbana, por ejemplo en Colonia Santa Teresa, con manifestaciones obscenas y groseras, “de que les haría una bombachita de acero y que la llave la tendría él”; o “que lindas piernas tenés”; “tenés medias o te ponés crema”; y muchos otros comentarios.
En febrero de 2004 viajaron a Puerto Iguazú a un curso de capacitación en la Municipalidad de Puerto Iguazú; en dicha oportunidad la manoseó, acariciándole y diciéndole que estaba muy tensa. Entonces, Medina le dijo delante de muchas personas, “las manos están de más”.
Elizaurt decía que las que no cumplían con lo requerido serían despedidas y que satisfacer sus bajos instintos era condición para quedar en la Municipalidad.
Esta presión a la que fue sometida por su superior jerárquico, la llevó a un profundo deterioro de su estado de salud, al extremo de que el médico le recomendó que concurriera a un tratamiento psicológico para enfrentar la crisis que estaba atravesando.
“Pasé un momento tan difícil en mi vida, este trabajo fue mi primera experiencia, pensar en todo eso me trae sentimientos encontrados, hasta el día de hoy me cuesta estar bien, pensando lo que hice pasar a mi familia”, dijo a El Territorio.
Al conocer la sentencia, destacó estar conforme, “como mujer uno sufre este tipo de violencia y se tiene que callar la boca, mis compañeras tuvieron que pasar lo mismo, tuvieron que callarse por varios motivos, a veces el miedo te lleva a callarse, o la necesidad de trabajar, pero pude superar”.
Expresó, con lágrimas en los ojos, que decidió realizar la denuncia para hacer valer sus derechos, “por todas las mujeres que sufren y quise hacer justicia para demostrar que se puede”, y expresó su agradecimiento por el acompañamiento que tuvo de los profesionales integrantes del estudio jurídico perteneciente a Carlos Martín Kozik y Jantzef.
Medina aseguró que Elizaurt le ofreció “dinero, ascenso, menos responsabilidad laboral, para que se olvidara de lo ocurrido”. Y relató las groserías que debió soportar.
Aseguró que hasta ahora le cuesta superar. “Sólo de acordarme se me cierra la garganta, trato de superar todos los días. Me puse las metas de salir adelante en forma independiente. No pude trabajar más, tuve varias llamadas, de los bancos, escuelas, pero no pude superar, apenas llegaba a las entrevistas tartamudeaba, no podía superar ese momento”.
Recordó que en su momento cuando comentó de lo que sucedía al entonces intendente Nelson Melgarejo, me dijo sonriendo “que Elizaurt era muy eficiente, me sentí impotente; pedí un amparo, una licencia, pero igual me echaron”. Además recordó que el funcionario citado aún sigue en funciones.
Además de haber perdido el trabajo, debió someterse a tres años de tratamiento con psicólogos. “Era una situación insostenible”, confesó.
Ediles siguen con el caso Barrios
Los concejales que integran la Comisión de Legislación General, Régimen del Empleado Municipal y Enjuiciamiento habrían emitido su dictamen sobre el pedido de juicio sobre el magistrado titular del Juzgado de Faltas Nº 2 de la capital de Misiones, Hugo Javier Barrios.
Por ende se descarta que en el marco de la próxima sesión ordinaria del Deliberativo, que se desarrollará mañana, el cuerpo de los catorce ediles analice el pedido de destitución que recae sobre el referido funcionario judicial de la comuna posadeña.
El citado Barrios está acusado por cometer acoso sexual, amenazas y maltrato laboral.
A mediados de mayo, Ruth Vergara había ratificado ante el Concejo Deliberante de Posadas la denuncia contra del juez de Faltas por acoso sexual en el trabajo. Además, Pamela Vergara, hermana de Ruth, presentó similar denuncia contra el magistrado. A la presentación se sumó con posterioridad la denuncia de otra empleada del Juzgado de Faltas 2, Yatay Barrios, quien remarcó las presuntas acciones de acoso que propiciaba el juez contra las contratadas.
Otra denuncia hecha contra de Barrios se había concretado en el 2009 por parte de Ninfa Teresa Contreras, quien acusó al magistrado por “acoso laboral y violencia o mobbing”. Pero esa denuncia no prosperó. El Territorio