Las andanzas callejeras y fuera de la ley para Gabriel Álvez de Olivera en la zona Sur de esta capital culminaron hace poco menos de un año cuando fue detenido tras herir gravemente a un joven en el pecho para quitarle un teléfono celular.
Hace pocos días firmó un juicio abreviado por el que pasará los próximos ocho años privado de la libertad de manera efectiva en una celda en Loreto, en la Unidad Penal I del Servicio Penitenciario Provincial.
“Gaby” arrastraba problemas con la policía y la Justicia hace varios meses. La mayoría de sus actuaciones ilegales fueron arrebatos callejeros.
El último capítulo que protagonizó fue durante la noche del lunes 26 de abril de 2022 cuando una pareja de jóvenes charlaba en la plaza principal del complejo habitacional A4 y fue asaltada.
Una adolescente de 17 años acompañaba a “Gaby” cuando este decició “apurar” con un cuchillo a los jóvenes de 22 años. El objetivo fue el smartphone Samsung A10 con el que escuchaba música la pareja.
Preguntaron la hora
El ardid para iniciar el atraco fue acercarse y preguntarle la hora a la pareja. No llegaron a responderle y “Gaby” extrajo un cuchillo y se lo apuntó al muchacho de 25 años al que conocía muy bien porque vivía en el mismo barrio de las avenidas Cocomarola y Cabo de Hornos. Lejos de cualquier tipo de código o consideración, comenzó a amenazarlo con hincarlo si no soltaba el teléfono.
La víctima intentó resistirse pese a que los veinte centímetros de arma blanca los tenía a milímetros del pecho.
El resultado fue sangriento, Álvez de Olivera volvió a exigirle que soltara el celular y como no obtuvo inmediata respuesta, la primera estocada le penetró un pulmón, atravesó las costillas.
Pero los puntazos no fueron pocos, y la muchacha que acompañaba a la víctima directa comenzó a gritar e implorar para que se detuviera el agresor.
El acto siguiente fue la fuga de “Gaby” con su cómplice menor de edad. Corrieron raudamente por las calles de A4 sin importarles nada, pero primero tomaron el aparato y desaparecieron con rumbo a sus viviendas.
La joven que acompañaba al herido comenzó a pedir ayuda porque la sangre le brotaba del pecho y el riesgo de muerte era evidente.
Fue a la comisaría Decimoprimera dependiente de la Unidad Regional X para pedir ayuda médica.
El herido fue rescatado por una ambulancia de la Red de Traslado que lo llevó al Hospital Madariaga en grave estado y con el cuchillo de dientes de serrucho incrustado en el tórax a la altura del corazón.
Los investigadores policiales no tardaron mucho tiempo en atrapar a los sospechosos. En el caso del menor fue puesto a disposición del juez Correccional y de Menores de turno quien lo derivó a un centro de resocialización.
“Gaby” fue indagado por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor y el fiscal René Germán Casals. Un mes después, fue imputado formalmente por los delitos de “robo y lesiones” y continuó bajo prisión preventiva en la unidad de “Procesados” del SPP.
En cuanto al joven lesionado, fue intervenido quirúrgicamente en el Madariaga y pudo recuperarse en pocas semanas y declarar ante la Justicia. Su relato fue coincidente con lo aportado por su compañera y dejó en claro lo sucedido.
Trámite rápido
El expediente fue elevado a juicio oral por el juez Balor antes de fin de año y la semana pasada, mediante juicio abreviado, Álvez de Olivera fue sentenciado a ocho años de prisión por el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial.
El acuerdo fue ofrecido en audiencia de visu por el fiscal Vladimir Glinka y el encartado evitó sentarse en el banquillo para ser juzgado por los camaristas del TP-2, César Antonio Yaya, Gregorio Augusto Busse y Carlos Jorge Giménez.
Fuente: Primera Edición