YPF anunció que desde el 1° de octubre los precios de las naftas bajarán un 4% y el gasoil un 5% en promedio. Sin embargo, esta rebaja se verá amortiguada por un incremento del 1% en los impuestos a los combustibles y un 2% adicional debido a la devaluación del peso (crawling peg). En consecuencia, los consumidores percibirán una reducción menor, de aproximadamente 1% en las naftas y 2% en el gasoil, en los surtidores.
Este ajuste es producto de la reciente caída en el precio del crudo Brent, que pasó de los 90 dólares a los 71 dólares por barril en dos meses. Según explicó YPF, esta baja refleja las fluctuaciones en el precio internacional del petróleo, que repercuten en los precios locales. No obstante, las políticas impositivas y la depreciación de la moneda local limitan el impacto real de esta rebaja para los consumidores.
Además, la empresa confirmó que otras petroleras, como Shell (Raízen), aplicarán una reducción similar en los precios de sus combustibles.
En la actualidad, en la ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper en YPF cuesta $1.059 y el de gasoil grado 2, $1.084, por lo que la reducción será de entre 10 y 13 pesos por litro.
Este descenso está directamente vinculado con el contexto global de la economía, en particular la desaceleración de la actividad manufacturera en China y las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos, factores que han provocado la baja en el precio del crudo.
Pese a estas bajas, se mantienen las expectativas sobre futuros incrementos en el precio del petróleo debido a la situación geopolítica en Medio Oriente, lo que podría revertir la tendencia actual en el mercado energético.