El pasado 13 de abril se reveló que la empresa de colectivos de Eldorado ETCE estaba en proceso de venta y que había más de un oferente interesado en hacerse de la misma.
Fue en un contexto de profunda crisis: la gestión de Germán Tiemesmann estaba sellada por los paros mensuales por falta de pago a los trabajadores; el reclamo constante de las exesposas de choferes que no recibían la cuota alimentaria que se les descontaba a los trabajadores; una deuda que rondaría en los 500 millones de pesos; el fantasma de la quiebra rondando con mayor fuerza; y una pésima relación entre la familia Tiemesmann y sus socios los Arenhardt.
El 4 de mayo, se reveló que la operación estaba sellada y era inminente que la familia Horianski (propietaria de Kenia, con concesión del transporte público en nueve municipios de la zona norte) comenzará a gerenciar ETCE.
Ante escribanos en Posadas, el Grupo Horianski compró legalmente ETCE a los Tiemesmann-Arenhardt entre el pasado viernes y ayer sábado. Mañana lunes, se producirá el primer encuentro entre los nuevos propietarios con el personal de la firma eldoradense.
Julio “Poli” Horianski, hijo y nieto de empresarios del rubro, asumió un difícil desafío: levantar a ETCE de lo que el mismo definió como “un Titanic que está viendo que el iceberg está delante”.
Horianski admitió que -al momento que este Diario reveló la venta de ETCE- debieron negarlo para evitar que Tiemesmann no quiera venderles sus acciones.
Destacó que fueron los Arenhardt los que “convencieron” a los exgerenciadores porque se negaban a venderle al Grupo Horianski.
El nuevo dueño negó que vayan a despedir empleados, contó cuáles fueron los primeros desembolsos millonarios de fondos que debieron hacer para “pacificar” los ánimos puertas adentro de la empresa, fijó los objetivos, habló de las versiones de supuestos vínculos con el Grupo Z como de las trabas que puso Tiemesmann para avanzar con la venta y salvataje de la firma. Y dejó un mensaje claro: el pésimo estado de las unidades no cambiará de la noche a la mañana.
ETCE “iba a una quiebra”
En diálogo con este Diario, mientras viajaba desde Posadas hacia Eldorado tras la firma de la transferencia de acciones realizada en la capital provincial, “Poli” Horianski aseguró que decidieron comprar ETCE en medio de la crisis porque “respeto mucho su historia en primer lugar. Por otro lado, estamos en toda la zona con diferentes servicios y siempre esperamos tener la posibilidad de brindar el servicio en Eldorado, porque vivimos en Eldorado, mis hijos estudian allí, hace 20 años que vivo en la ciudad”.
“Era una oportunidad, es un riesgo grande porque al comprar las acciones uno está comprando la situación financiera delicada en la que está involucrada la empresa, con la cantidad de trabajadores de muchos años que necesita terminar de jubilarse y hay que hacer frente a los aportes que no estaban al día; deudas con proveedores que son más o menos los mismos y nos conocemos todos. Sigue siendo un desafío que estoy seguro que vamos a poder llevarlo adelante con el acompañamiento del personal”, agregó.
El empresario elogió a los trabajadores, a los que encontró “angustiados por la situación que estaban pasando. La comunidad estaba muy angustiada. El clima social era muy complicado. Era de público conocimiento que esto no iba a tener un final feliz, la empresa era más que seguro que iba a una quiebra”, sentenció para admitir luego que sigue el análisis financiero ya que “nos costó mucho conseguir la documentación y no podíamos terminar de evaluar la empresa. Pero, otra vez paro y gente a la que le han descontado los haberes por sus divorcios y las familias necesitaban la acreditación y el viernes volvieron a manifestarse. Era una situación que no iba a llegar a buen puerto para nadie. Y dijimos ‘listo, ya está’ y pagamos los sueldos adeudados, cuotas alimentarias que se debían y arrancamos”.
Admitió que “el pasivo todavía no está determinado, si bien tuvimos un tiempo de análisis, la verdad que una parte de los anteriores propietarios no colaboró mucho en la información”, en referencia a los Tiemesmann.
Horianski contó que “la empresa tiene una quiebra tramitándose en los últimos 20 años y no es una cuestión de los últimos ocho meses. Iba a un final no deseado con muchos trabajadores, muchas familias involucradas en una empresa de muchos años que está en el corazón de la gente”.
La mejora del servicio no será inmediata
Julio Horianski fue consultado por el estado del parque automotor. “La realidad es que algunas unidades carecían de seguro, otras están en muy malas condiciones. Mandaban fotos de personas arriba del colectivo cargando combustible con lo que tenían para poder seguir circulando. Es una postal que nadie ve en la provincia ni en otras localidades. Eldorado es una ciudad muy importante y era lamentable ver la situación que se estaba pasando”, reveló.
Confirmó a su vez que la última unidad que ETCE incorporó a la flota tiene siete años de antigüedad.
Sobre la inversión en colectivos, dijo que “lo primero que hicimos fue llevar unidades a nuestras instalaciones, con mecánicos poniéndole neumáticos, combustible y haciendo las reparaciones mecánicas. Si alguien cree que mañana van a aparecer unidades de no sé dónde, es todo mentira y fábulas. La realidad es que uno asume un compromiso donde lo primero es pagar a las personas que trabajan y asegurarles su ingreso. Por otro lado, hacer frente a compromisos que la empresa tenía y no los está cumpliendo: aportes, AFIP, contribuciones, jubilaciones, que se adeudan y no se pueden demorar. Hay muchos convenios con AFIP que están a punto de caer y sería un problema”, advirtió.
En ese sentido, contó que “todos querríamos cambiar unidades en el corto plazo pero es difícil. Lo primero es honrar las deudas y, una vez estabilizados, ver cómo retomamos la renovación de las unidades. Ahora lo que tenemos que hacer es asegurar las unidades para que haya seguridad hacia los usuarios”, sentenció el nuevo dueño de ETCE.
“No tenemos socios”
“Poli” Horianski negó que sean socios del Grupo Z. Aunque admitió que esa versión ayudó a que Tiemesmann quiera vender, incluso cuando se mencionó que Río Uruguay también estaba interesado en la compra de ETCE. “No hay absolutamente nadie más”, sentenció.
“Esto es algo que debió resolverse hace bastante tiempo. Pero (Tiemesmann) lo complicó mucho, mucho. Los Arenhardt nos pedían por favor que los ayudemos a salvarlos de la quiebra. Era una bola de nieve difícil de parar porque ellos no tenían la posibilidad de cambiar el destino”, se sinceró.
“No es la primera vez que nos sentamos con los Arenhardt por este tema. La del viernes fue la tercera vez que lo hicimos después de muchos años. Y dijimos ‘era el momento’, porque habíamos tenido acercamientos”, confió Horianski.
Finalmente sostuvo que “con el apoyo de la gente estoy seguro que vamos a revertir esta situación”.
Seguirá siendo la empresa ETCE
El grupo Horianski tiene la concesión del servicio de transporte público de pasajeros en Wanda, Bernardo de Irigoyen, San Vicente, San Pedro, Puerto Rico, Puerto Piray, Nueve de Julio, Santiago de Liniers y Pozo Azul, sumado también al transporte público de corta y media distancia. “Nos faltaba Eldorado”, admitió “Poli” Horianski, al destacar la trayectoria de ETCE.
El empresario contó, quebrado emocionalmente, haber asumido un compromiso con dos de los tres hermanos Arenhardt: “Va a seguir siendo ETCE y fue muy emotivo cuando lo invité a don Ricardo a que siga yendo todas las mañanas a tomar mate a la empresa como lo hizo durante muchos años. Porque es su empresa. Nos abrazamos y me agradecieron haberlos sacado de esta situación y poder seguir viendo a ETCE. Yo les agradecí su esfuerzo porque lamento que una mala administración haya terminado en esto”. Es decir que no buscarán cambiar de nombre por Kenia, la firma con la que trabajan.
En toda la entrevista, Horianski destacó que sin la ayuda de los Arenhardt no habría compra: “Son muy trabajadores, gente sumamente buena, empezaron de muy abajo y en situaciones difíciles. En ellos vi a mis padres y a mis abuelos”.
Y reveló que la relación societaria anterior de esa familia era tan mala que “tenían vetado el ingreso a la empresa” por parte de los Tiemesmann.
Fuente: Primera Edición