El origen del Día del Inmigrante. Cada 4 de septiembre desde 1949 se conmemora en Argentina el Día Nacional del Inmigrante. ¿Por qué se eligió esa fecha?
Hombres y mujeres valientes que cerraron sus ojos para lanzarse a la incierta aventura de hallar una tierra donde luchar por un futuro próspero y con la única certeza de saber que difícilmente volvería a su patria natal. Dejaron atrás padres y hermanos. Con sus manos sembraron, obtuvieron sus primeras cosechas, se llenaron de esperanzas y construyeron un hogar que sirvió de cobijo a una nueva familia.
Hubo noches de fatiga extrema y de incertidumbre, de temor extremo, de ese que cala hasta los huesos, de añoranzas y de agradecimiento, porque una nueva nación comenzaba a brillar entre los montes, en el desierto, en las ciudad.
Argentina hoy, como cada 4 de septiembre, rinde homenaje a quienes soñaron y forjaron un rincón en el mundo con las más exquisitas tradiciones.
Esta fecha fue establecida por el Decreto N.º 21.430 de 1949, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón, en conmemoración del día en que, en 1812, el Primer Triunvirato firmó el primer decreto fomentando la acogida en nuestro país “a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”.
En 1812, el primer decreto del Primer Triunvirato sobre fomento de inmigración estipulaba que el Gobierno argentino ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a su familia que quieran fijar su domicilio en el territorio del Estado, asegurándoles el pleno goce de los derechos del hombre en sociedad con tal de que no perturben la tranquilidad pública y respeten las leyes del país.
El preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina hace referencia, desde 1853, a “todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino” y en su artículo 25 reafirmaba el fomento a la inmigración: “El gobierno federal fomentará la inmigración europea y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes”.
El decreto de 1949 expresa que el documento del Triunvirato “fue, en verdad, el punto de partida de una ininterrumpida serie de actos de gobierno; que a través de leyes, decretos y reglamentaciones estimuló, protegió y encauzó la inmigración” y destaca “…la conveniencia de que se rinda un permanente y público homenaje al inmigrante de todas las épocas, que sumó sus esperanzas a la de los argentinos, que regó la tierra con su sudor honrado, que ennobleció las artes, mejoró las industrias…”.
En ese mismo marco, cada septiembre desde hace más de cuatro décadas se celebra la Fiesta Nacional del Inmigrante en Oberá.