La economía argentina parece estar en un momento de inflexión, con la inflación cerca de perforar el 5% y un creciente temor por los despidos en diversos sectores. La reciente baja de la tasa de interés y la reaparición de los pagos en cuotas para comprar han sido puntos destacados de la última semana. Sin embargo, varias empresas se ven obligadas a reducir su personal debido a una acumulación de stock, una disminución en las ventas y una mayor competencia de productos importados.
El compromiso del gobierno, encabezado por Javier Milei, de combatir la inflación parece estar dando frutos. En abril, la inflación volvió a un dígito y se espera que en mayo se ubique en niveles cercanos al 5% o incluso menos. La caída de la inflación mayorista en abril, que llegó a solo un 3,4% después de haber alcanzado un pico histórico del 54% en diciembre pasado, es un indicador positivo de este proceso.
Sin embargo, esta desaceleración inflacionaria tiene su contrapartida en una fuerte caída de los salarios, que en promedio se sitúan un 20% por debajo de los niveles de noviembre. Esta situación, junto con una recesión que parece haber alcanzado un punto de estabilización, plantea desafíos importantes para la economía.
La disminución de la inflación también ha llevado a una reducción en las tasas de interés y al retorno de los pagos en cuotas, lo que ha impulsado el consumo en algunos sectores. Productos como línea blanca, electrodomésticos y muebles, que experimentaron una caída del 40% en las ventas en el primer trimestre del año, comienzan a ver una recuperación gracias a estas facilidades de financiación.
A pesar de estos signos de mejora, la economía aún enfrenta desafíos importantes. La caída en la producción industrial y las ventas minoristas ha provocado despidos en varios sectores, desde cadenas de supermercados hasta fabricantes de neumáticos y automotrices. La apertura de las importaciones también representa una amenaza para el empleo, ya que muchas empresas consideran la posibilidad de importar productos terminados de países como Brasil y China.
En este contexto, el gobierno continúa centrado en la desaceleración de la inflación como principal instrumento de reactivación económica. Sin embargo, la incertidumbre persiste en torno a la eventual salida del cepo cambiario y la aprobación de la ley Bases en el Congreso, dos temas que son seguidos de cerca por los inversores y que podrían tener un impacto significativo en la economía argentina en los próximos meses.