En un giro sorprendente, el presidente electo de Argentina, Javier Milei, extendió una invitación formal al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para que asista a su ceremonia de asunción. Esta invitación se concreta tras una carta entregada personalmente por la canciller designada Diana Mondino al ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, en Brasilia.
El presidente electo expresó en la misiva su convicción de que un cambio basado en los principios de libertad económica, social y cultural fortalecerá la competitividad de ambas naciones y permitirá a sus ciudadanos alcanzar su máximo potencial. Esta invitación sorprende después de las duras palabras de Milei durante su campaña, donde calificó a Lula de «ladrón» y «comunista furioso».
La entrega de la carta se mantuvo en total secreto hasta el último momento, revelando un acercamiento entre el futuro gobierno de Milei y Lula, a pesar de las tensiones previas. Esto ha generado especulaciones sobre la posible presencia de Lula en la ceremonia de asunción, acompañado por una comitiva de 20 personas, incluidos gobernadores de estados brasileños.
El acercamiento entre ambos líderes representa un esfuerzo por restablecer relaciones bilaterales, resaltando la importancia histórica y económica entre Argentina y Brasil. No obstante, se espera que este gesto genere una fuerte reacción en sectores opuestos, incluso con anticipaciones por parte del expresidente Bolsonaro sobre posibles abucheos a Lula por parte de simpatizantes del nuevo gobierno argentino.
Este acercamiento se produce en un contexto de incertidumbre en la relación bilateral, tema que fue abordado por Mondino durante su visita a Brasilia en un evento empresarial entre dirigentes de la industria brasileña y argentina.
El presidente Lula, quien se prepara para asumir la presidencia del G-20, ha expresado su disposición a dialogar con el nuevo gobierno argentino, a pesar de sus diferencias, reafirmando la relevancia de la relación entre ambos países en el escenario internacional.
La invitación de Milei a Lula marca un punto de inflexión inesperado en la relación entre ambos países y abre la puerta a una nueva etapa diplomática en la región sudamericana.