Durante su participación en el IEFA Latam Forum, un foro económico con presencia de empresarios, el presidente Javier Milei confirmó que el gobierno nacional dará de baja 70.000 contratos de empleados públicos que no serán renovados a partir del 31 de marzo.
«Ya eliminamos 50.000 cargos públicos y ahora vamos a eliminar 20.000 más, hasta llegar a 70.000», declaró el mandatario.
Milei criticó severamente el régimen populista que, según él, dominó la Argentina durante los últimos veinte años y lo atribuyó a una situación «miserable» del país. Destacó la detención del aumento de precios en la tercera semana de marzo y resaltó la baja en la inflación, afirmando que «la verdadera inflación de febrero fue del 7 por ciento, la estamos metiendo dentro de un dígito».
El presidente recordó el déficit financiero del que su gobierno heredó, equivalente a 17 puntos del Producto Bruto Interno. Acompañado de su hermana, la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, expresó su convicción de que ganaron las elecciones porque la gente estaba cansada del populismo.
Milei defendió la decisión de eliminar la obra pública, a la que consideró un foco de corrupción, y criticó al Círculo Rojo por su falta de comprensión de las acciones de su gobierno, aludiendo a la era digital en contraposición a la analogía del ámbito político.
En materia social, el presidente señaló la eliminación de intermediarios en la entrega de programas sociales y la implementación de una línea de denuncias, que ha recibido unas 300.000 denuncias con 18.000 causas abiertas.
En cuanto al panorama económico, Milei destacó que el riesgo país se acerca a los mil puntos, aunque aclaró que eso no abrirá el mercado de capitales. Expresó confianza en una recuperación económica rápida, en forma de «V», mientras arremetía contra los economistas John Maynard Keynes y Karl Marx, a quienes calificó de «empobrecedores».
La declaración de Milei sobre la eliminación de contratos públicos es parte de una serie de medidas que el presidente considera necesarias para reestructurar la economía del país y promover una supuesta recuperación rápida. Sin embargo, estas acciones también han generado controversia y debate dentro y fuera del ámbito político y económico argentino.