Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y facilitación de material de abuso sexual infantil (MASI), ampliaron ayer sus declaraciones, pero se abstuvieron de responder preguntas, mientras que el mayor sostuvo: “No sabía que era ilegal mirar estos videos en Internet”.
El ex diputado del partido Activar pidió la palabra para “aclarar unas cuestiones” con respecto a las indagatorias de su prima Melisa y su esposa Alejandra, quienes declararon el viernes pasado.
En este sentido, el menor de los hermanos, de 44 años, mencionó que “estaba convencido de que le plantaron un pendrive” cuando allanaron su propiedad: “Yo sabía que no tenía un pendrive en mi casa, pero me empecé a preocupar”.
Germán recordó que su mujer dijo que el dispositivo de almacenamiento se lo regaló a su padre cuando este se compró una camioneta Fiat Fiorino: “Era un pendrive que yo había utilizado porque estudiaba a distancia en aquel entonces. Bajaba apuntes, facturas y cosas del trabajo. Lo usaba para ir a imprimir a las librerías o las oficinas porque no teníamos impresora”.
El imputado declaró que le preguntó a Sebastián, con el que ahora se encuentran alojados en la misma celda, por el objeto y le respondió que “lo usó, lo llevó a mi casa y lo llevó de vuelta a su vivienda”, pero “evidentemente no fue así”.