La Fiesta Nacional del Inmigrante en Oberá, Misiones, ha sido un auténtico imán para el turismo durante la primera quincena de septiembre en la zona Centro de la provincia.
La atracción principal fueron los visitantes brasileños, quienes aprovecharon la favorable devaluación del peso argentino y se vieron atraídos por los encantos culturales y naturales de la región. Este fenómeno es el resultado de los esfuerzos del sector turístico en Misiones para promover la región como un destino turístico durante todo el año, no solo en temporada alta.
Durante los once días de la Fiesta Nacional del Inmigrante, la ocupación hotelera alcanzó el 100%, lo que llevó a que localidades cercanas y hasta la ciudad de Posadas se beneficiaran con la llegada de turistas buscando alojamiento. Más de 3,600 personas llegaron a la zona y se generaron más de 13,200 pernoctaciones, con una estadía promedio de cuatro noches.
En términos económicos, se estima que el evento generó más de 220 millones de pesos en la ciudad de Oberá, a pesar de la inestabilidad climática que no impidió la llegada de visitantes de diferentes partes del país y países vecinos. El gasto promedio dentro de la fiesta osciló entre 5,000 y 10,000 pesos por persona, mientras que por grupo familiar fuera del evento, el gasto superó los 25,000 pesos.
La hospitalidad de los habitantes de Oberá se destacó como uno de los principales atributos para los visitantes, según una encuesta realizada por la Dirección de Turismo local.
El éxito de esta edición de la Fiesta Nacional del Inmigrante contribuye al crecimiento del turismo en la región y demuestra que Misiones se está convirtiendo en un destino turístico cada vez más atractivo durante todo el año.
Fuente: El Territorio