En declaraciones a la prensa, el presidente de YPF explicó que el precio del combustible está directamente relacionado con el valor del petróleo. «Si el valor del crudo baja, los usuarios no tienen que subvencionar a YPF. No es justo que obtengamos una ganancia por encima de lo razonable en la venta de combustibles», argumentó Marín. Sin embargo, también señaló que cuando el precio del petróleo sube, es inevitable que el precio del combustible lo haga también, ya que una falta de ajuste implicaría una subvención de la empresa hacia los consumidores.
En cuanto a la posible baja, Marín reveló que el precio del barril de crudo cayó USD 10, aunque recientemente recuperó USD 4. La semana próxima, la compañía tomará una decisión definitiva al respecto. “Estamos analizándolo y puede ser que bajemos el precio del combustible”, reconoció.
El ajuste, de concretarse, podría ser más notorio en el gasoil, debido a la distorsión de precios que se detectó al inicio de la gestión actual. “El valor de la nafta en Argentina, en relación a los precios internacionales, estaba mucho más bajo que el del gasoil, por lo que no se puede aplicar el mismo ajuste a ambos combustibles”, explicó Marín.
A pesar de la posibilidad de una baja, el contexto económico sigue presionando al sector. Si bien la inflación ha mostrado una leve desaceleración, continúa lejos de los objetivos del Gobierno, lo que encarece los costos de producción de las petroleras. Asimismo, Marín mencionó las subas impositivas aplicadas al sector y la devaluación constante del peso como factores que complican una reducción significativa en los precios de los combustibles.
El presidente de YPF evitó precisar el porcentaje de la posible reducción, aunque reconoció que no será suficiente para revertir las subas acumuladas en los últimos años.
La decisión final sobre el ajuste de los combustibles será anunciada en los próximos días, mientras YPF sigue evaluando el impacto de las variables económicas y del mercado internacional.