La inflación desenfrenada y la devaluación del peso argentino están teniendo consecuencias devastadoras en el país, con un dramático aumento en el número de personas que caen en la pobreza. Según un informe reciente, en el último trimestre se sumaron 3,6 millones de personas a la pobreza, lo que eleva la tasa de pobreza al alarmante 46,8%.
Este estudio, realizado por la Universidad Di Tella, proyecta que para finales de febrero habrá más de 23 millones de personas en condiciones de pobreza en Argentina, lo que representa una crisis sin precedentes en el país. Lo más preocupante es que este incremento en la pobreza afecta no solo a los sectores más vulnerables, sino también a la clase media profesional y asalariada, demostrando que tener empleo y formación ya no garantiza escapar de la pobreza.
La pobreza ha aumentado significativamente en los últimos trimestres, pasando del 38,5% en el tercer trimestre del año pasado al 46,3% en el cuarto trimestre de 2023, un incremento de 7,8 puntos que refleja la gravedad de la situación.
Los datos del INDEC muestran que la canasta de pobreza aumentó un 72,9% en el cuarto trimestre de 2023, alcanzando un pico del 27% en diciembre debido a la devaluación del peso. Durante todo el año pasado, la línea de pobreza aumentó un 225,1%, muy por encima del aumento promedio de los salarios.
En enero, la canasta de pobreza para una persona adulta fue de $193.146, mientras que para una familia tipo fue de $596.823, sin incluir el costo del alquiler. Sin embargo, los salarios formales e informales aumentaron en promedio solo un 28,7% en el cuarto trimestre de 2023, lo que deja a muchas familias luchando por cubrir sus necesidades básicas.
Además, se estima que la pobreza infantil ha superado el 60% en los últimos tres meses del año pasado, lo que subraya la gravedad de la crisis humanitaria que enfrenta el país.