El inicio del nuevo año no ha detenido la resolución de asuntos pendientes del pasado reciente, particularmente en lo que respecta a la transición entre administraciones municipales. Uno de los temas que continúa generando debate es la situación financiera que recibieron los nuevos intendentes en diversos municipios.
Tras las elecciones provinciales del 7 de mayo, en varias localidades donde se produjo un cambio de gestión, los nuevos jefes comunales se encontraron con diversas dificultades, incluyendo maniobras que condicionaban la transición por parte de los alcaldes salientes.
Entre los municipios más afectados se encuentran Eldorado, con la victoria de Rodrigo «Pipo» Durán, y Puerto Esperanza, con Horacio Zarza como nuevo intendente. Ambos denunciaron irregularidades en las gestiones anteriores, incluyendo contrataciones masivas, incertidumbre financiera y deterioro de la infraestructura municipal.
Recientemente, estas denuncias se han visto respaldadas por cifras oficiales. En el Boletín Oficial de la Provincia, se publicaron los decretos N° 324 y N° 325, mediante los cuales se destinaron aproximadamente 187 millones de pesos para atender los «desequilibrios financieros» en Eldorado y Puerto Esperanza, respectivamente.
Eldorado recibió la suma de 150 millones de pesos, mientras que Puerto Esperanza obtuvo otros 37.5 millones de pesos. Tanto Durán como Zarza confirmaron que solicitaron esta asistencia debido al estado crítico en el que encontraron las finanzas municipales.
Los fondos fueron utilizados principalmente para cumplir con los compromisos salariales de los trabajadores municipales, especialmente durante el período de aguinaldos y pagos de salarios.
Estos decretos establecen que los intendentes deberán rendir cuentas de los gastos realizados, presentando la documentación correspondiente ante el Tribunal de Cuentas de la Provincia, garantizando así la transparencia en el uso de los fondos públicos.