En la carta, los senadores de la Nación explicitaron su solicitud de no modificar sus sueldos “hasta tanto se determine un nuevo sistema de liquidación en función de los varios proyectos que se encuentran pendientes de tratamiento en relación a este asunto”.
En respuesta a la controversia generada por un aumento del 9% en sus dietas, los senadores de la Nación decidieron revertir esta medida.
A través de una nota firmada por todos los jefes de bloque y enviada a la vicepresidenta Victoria Villarruel, los legisladores pidieron cobrar en junio lo mismo que en el mes anterior, dejando en suspenso el incremento que habría llevado sus dietas a $8.000.000.
De haberse concretado el aumento del 9%, las dietas habrían ascendido a $8.000.000 brutos por mes, lo que se traduciría en un salario neto de $5.000.000.