“Solo quedan dos ejemplares de Mentita Campera y el único lugar del mundo donde crece es San Ignacio”. Así lo hizo saber, Jerónimo Torresin, Coordinador del Programa Selva y Pastizal de la Fundación Temaikén.
La Fundación Temaikén como institución es la responsable de la Reserva Natural Osununú, que junto al Parque Provincial Teyú Cuaré, constituye un área protegida de 246 hectáreas ubicadas en la localidad de San Ignacio.
Esta introducción nos sirve paras ubicarnos geográficamente, ya que nos vamos a introducir en la Reserva Osununú donde existe una planta cuyo nombre científico es “Hedeoma teyucuarensis”, aunque es más conocida como “mentita de campo” o “mentita campera”. Es una especie que se detectó únicamente en Misiones y hoy existen solamente dos ejemplares en la naturaleza; por lo cual corren peligro de extinción, con el agregado de que hace poco hubo un incendio en la zona.
Para conocer más detalles de esta especie única en su tipo en el planeta y solo identificable en Misiones, Jerónimo Torresin, Coordinador del Programa Selva y Pastizal de Temaikén y destacó lo siguiente:
“La Mentita Campera, es una especie extremadamente rara, que habita solo en un pedacito de San Ignacio -más precisamente en la Reserva Osununú -. Es un endemismo, es una especie endémica, significa que es en el único lugar del mundo donde habita, no está en otra parte de Misiones, ni en otro lugar del mundo. Es una mentita muy especial, no es una mentita cualquiera”, detalló este científico.
Para luego hacer una aclaración : “La verdad que el ambiente donde habita es muy particular, en un suelo tipo arenisca, no de tierra colorada; y en ese lugar solamente crecen los últimos individuos. La población hasta hace unos meses era de solo dos ejemplares en la vida silvestre, en el ambiente natural, o sea que si morirían esos dos ejemplares se extinguía la especie”.
Las plantas también pueden extinguirse, no solo los animales
En tanto, en otro tramo de la charla remarcó que “uno en el imaginario popular cree que solo las especies animales pueden extinguirse y no las plantas; y no es así”.
“Hoy por hoy las amenazas que tiene esta especie, y otras tantas que habitan en esta Reserva Natural son varias, como ser: el cambio climático, los incendios -en su mayoría intencionales-; actividades deportivas no controladas -como una maratón a campo traviesa o una bicicletada en el medio del monte-, entre otros”, reseñó.
A la hora de tratar de preservar y que no se extingan estos dos últimos ejemplares, dijo que “La única manera fue reproduciéndolos y obteniendo nuevas ejemplares, principalmente en un vivero, que es lo que estamos haciendo; como así también a través de la reproducción in vitro en un laboratorio, generar nuevos ejemplares a través de los ejmplares que teníamos vivos”.
A la hora de ir al rescate de esta especie, este profesional contó también que “Al trabajo que llevamos adelante en el vivero y el laboratorio, se nos unieron otras instituciones para ayudarnos, asesorarnos y acompañarnos a la hora de salvar esta especie como ser: el Ministerio de Ecología, el INTA, el Club del Río, Imbio y la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM”.
“Con esos individuos nuevos logrados en vivero, tratamos de plantar nuevas ‘Mentitas Camperas’ en su mismo hábitat, para que aumente su población y así que no se extinga la especie. Se plantó un total de 50 individuos nuevos; y tras el paso de los días, el clima, incendios y otros factores externos siguen con vida 43 plantitas, lo que es bastante bueno, con el agregado de que están floreciendo y eso a la postre darían frutos y con ellos las semillas y eso favorecería mucho a la reproducción de la especie”.
Por otra parte, Jerónimo Torresin recordó que no solo la Mentita Campera corre riesgo de desaparecer en la tierra colorada, “También es esta zona de Misiones existen otras especies en peligro de extinción, como el caso de la: Oxypetalum Teyuruarense, de las cuales solo quedan 15 ejemplares y hay una palmera enana, de la cual solo hay unos 90 ejemplares vivos, con ambos estamos buscando reproducirlas en vivero, para que no se extingan por completo”. Primera Edición