El Milano cabeza gris rescatado hace unos en Colonia Alegría, San Pedro, no sobrevivió a las heridas que tenía, compatibles con un ataque con gomera o con aire comprimido.
Ese tipo de atentados contra nuestra fauna debemos erradicarla para siempre. Cada ejemplar que muere es un golpe a nuestra biodiversidad.
A continuación reproducimos las conclusiones de la autopsia que se le practicó al ave.
«Milano Plomizo (Leptodon cayanensis)
Recibido el día 21 de junio de 2023 para rehabilitación. Se trata de un ejemplar adulto. Estado general del ave, deprimido, muy flaco, deshidratado. Sin evidencia de fracturas o heridas abiertas. Presentaba todas sus plumas en buen estado.
Se lo trato con terapia paliativa (alimentación forzada y suero vía oral), antibioticoterapia y analgésico y antiinflamatorio.
Día 22 de junio, no reaccionó a la medicación y continuó decayendo. Finalmente murió.
Se realizó la Necropsia: Consiste en estudiar el cuerpo en búsqueda de evidencia que determine la causa de la muerte. Muchas veces es necesario enviar muestras al laboratorio para llegar a un diagnóstico y otras, hay lesiones que nos dicen lo que paso. Este fue el caso de este ejemplar de Milano. Al abrir, encontré un hematoma en los pectorales con gran daño del tejido muscular.
Estos músculos (integrantes de lo que sería la “pechuga”) son clave para el vuelo y se caracterizan por estar muy irrigados (ser muy rojos) por su trabajo para el movimiento de alas. Al verse impactado (producto puede ser de gomera o rifle de aire comprimido), se rompieron vasos sanguíneos y hubo derrame de sangre, dolor e inflamación que le impidieron al animal nada menos que volar, alimentarse y tomar agua. Lo peor de todo es que la evolución de esta dolencia llevó varios días hasta que llegó a rehabilitación (detectado por la coloración del musculo dañado).
Lamentablemente mucha gente daña y/o mata estas aves de presa por considerarlas perjudiciales para sus producciones. Cuando muchas son controladoras de otras especies que si son perjudiciales. Es imperioso que tomemos conciencia. Ningún animal debe sufrir lo que sufrió este Milano. Aprendamos a convivir con el entorno, porque sin él no podríamos vivir».
Marcia Helou
Veterinaria y Guardafauna
Reserva Privada Suiriri