A mediados de abril pasado se cumplieron 27 años del día en que el “no” a Corpus obtuvo un triunfo aplastante en la consulta popular que se llevó a cabo para conocer la opinión de los misioneros sobre el proyecto de ejecución de una nueva represa hidroeléctrica en la región.
Así, un 14 de abril de 1996, el 88% de los sufragios fueron negativos para la polémica iniciativa. En la oportunidad concurrieron a votar 299.420 ciudadanos, lo que representaba en ese momento al 62,85% del padrón electoral entre los más de 476 mil electores habilitados.
Tras el contundente resultado a favor del “no”, mediante el cual la población rechazó cualquier posibilidad de repetir la experiencia, la Legislatura provincial sancionó la Ley 3.294 que prohibía la construcción de cualquier nueva represa sobre el río Paraná.
Cabe recordar que en ese entonces, el Gobierno provincial decidió realizar el plebiscito vinculante por la presión de organismos ambientalistas, tales como Greenpeace, con la intención de conocer la opinión de los ciudadanos sobre el proyecto de embalsar el río Paraná “cualquier fuere el lugar de su emplazamiento en territorio misionero”.
En el 2001 se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Representantes de Misiones, llamando a un nuevo plebiscito para volver a realizar la consulta a la población sobre la posibilidad de construir la represa de Corpus, pero el proyecto no llegó a ser sancionado.
Luego, en el 2004, en el Parlamento misionero se impulsó un proyecto de ley, sostenido por organizaciones ambientalistas y con el respaldo de la recolección de más de diez mil firmas, con el cual se declaró a la provincia libre de nuevas represas hidroeléctricas en los ríos Paraná, Uruguay e Iguazú, y que además fueran considerados recursos naturales de especial interés para cuidado, conservación, preservación y aprovechamiento sustentable.
Cabe recordar que en Misiones, una ley provincial (Ley 56) conocida como “Ley de Soberanía Energética” obliga a la realización de plebiscito para definir la aprobación o no de la ciudadanía respecto de obras de esta naturaleza dentro del territorio misionero.
Pese a esto, la Nación volvió a plantear el proyecto hidroeléctrico Corpus, sobre el río Paraná. El proyecto fue presentado recientemente por la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, ante funcionarios y empresarios alemanes que se manifestaron dispuestos a financiar parte de las obras del sector eléctrico y de transición energética, según informaron en el portal mejorenergia.com.ar.
De esa manera, el Gobierno nacional insiste con la idea de poner sobre la mesa el interés en avanzar, después de décadas de proyectada, con la construcción de la central hidroeléctrica Corpus Christi, un emprendimiento binacional sobre el Río Paraná.
El proyecto hidroeléctrico Corpus fue originalmente planteado durante la década de 1960 y pese a ser rechazado en el plebiscito provincial de 1996, fue puesto en consideración en distintas oportunidades desde comienzos del siglo, por lo que se renueva y actualiza desde entonces el estudio de factibilidad a cargo de la Comisión Mixta del Río Paraná (Comip).
Hace dos años, la Comip actualizó los estudios del proyecto hidroeléctrico emplazado en Pindo-í, ya que es considerado el más viable al describir las características ambientales y los beneficios para la navegación, el turismo y el crecimiento. El trabajo concluyó que “se puede considerar a Corpus como un proyecto hidroeléctrico que produce bajas afectaciones en relación con su potencia instalada”.
A la vez se planteó que el emplazamiento Pindo-í reduce significativamente, la superficie a inundar por el embalse y las afectaciones territoriales, con una mínima cantidad de personas a relocalizar, por lo que consideran que los beneficios de este proyecto son mayores que sus efectos no deseados. Y que estos efectos pueden mitigarse sin mayores dificultades, aplicando tecnologías y procedimientos accesibles.
Con estos antecedentes, la visita de Royón sumó la obra de Corpus al diálogo que se viene llevando adelante con Alemania y que permitió ratificar el interés del Gobierno y empresas de ese país en obras de transporte eléctrico de alta tensión, en pilotos de hidrógeno, en la culminación de la represa Aña Cuá, y en el proyecto Chihuido.
Fuente: Primera Edición