En el transcurso de un año, los jubilados y pensionados han experimentado una notable disminución en su poder de compra, con una reducción de entre un 29% y un 47% en términos reales en comparación con el mismo período del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El mes de febrero registró un aumento del 13,2% en los precios al consumidor, llevando la variación interanual a un 276,2%. Sin embargo, los haberes no experimentaron ningún incremento durante ese mes, manteniéndose en el mismo nivel que en meses anteriores.
A pesar de que nominalmente los haberes aumentaron entre un 97,1% y un 167,3% en comparación con febrero de 2023, estos aumentos no han logrado mantener el ritmo del aumento de los precios. En los últimos años, las prestaciones han sufrido una reducción acumulada de entre un 32,4% y un 44,6% en términos reales.
Aunque en marzo se implementó una recomposición de haberes del 27,18%, junto con un aumento similar al bono para los jubilados con ingresos mínimos, la inflación continúa en aumento. Varios economistas estiman que los ingresos de los jubilados han perdido entre un 28% y un 45% de su poder adquisitivo en comparación con el mismo mes del año anterior.
Esta situación se produce después de varios años de fuertes pérdidas y coincide con el cambio en la modalidad de ajustes dispuesto por el Gobierno a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 274. Los jubilados con haberes cercanos al mínimo multiplicado por dos han experimentado un deterioro aún mayor en el valor de sus ingresos, ya que fueron excluidos de los bonos compensatorios implementados entre septiembre de 2022 y agosto de 2023.