El estudio Broda mide la aceleración de la inflación utilizando el «promedio móvil anualizado de los últimos tres meses». Pasó de 29% anualizada en marzo al pico del 66% en septiembre.
Se espera que en el último trimestre se desacelere y termine el año con una inflación del orden del 45%. Este indicador era el favorito del Banco Central de Sturzenegger el año pasado para mostrar que la inflación en franca desaceleración: en agosto de 2017 registraba 18,9%. El Banco Central ya no lo menciona más. En los últimos 5 meses, la aceleración de la inflación, como consecuencia de la disparada del dólar, ha sido vertiginosa. El estudio Broda mide ese proceso utilizando el «promedio móvil anualizado de los últimos tres meses».
Ese indicador era el favorito del Banco Central de Sturzenegger para mostrar que la inflación hasta agosto/octubre del año pasado estaba en franca desaceleración. Pero ahora la situación cambió drásticamente y el Banco Central, por su puesto, ya no lo menciona más.
«La inflación como promedio móvil de 3 meses pasó de 29% anualizada en marzo a 66% en septiembre», dice el último informe de Broda. Para ese cálculo se estima que la inflación del septiembre sería del 6%, en línea con el dato que podría publicar el Indec. Para tener una idea de cómo cambió todo. En agosto de 2017, ese promedio móvil de 3 meses arrojaba anualizado una inflación del 18,9%.
El 66% de inflación anualizada de los últimos tres meses no significa que esa sea la proyección para el año. Si el dólar no vuelve a pegar nuevos saltos, la expectativa de las consultoras privadas, que releva el Banco Central, es que la inflación se desacelere en el último trimestre del año, pero igual cierre el año con alrededor de 45% de inflación acumulada.